Te contamos todo sobre esta vitamina fundamental para el organismo.
La vitamina D tiene dos orígenes: a través de la dieta y de la propia producción del organismo, con una primera activación en la piel por medio de la luz solar, siendo ésta última la fuente más importante. Es por eso por lo que se hace tanto hincapié en la exposición al sol. “Deberían bastar 15 minutos de exposición solar 3 veces por semana, pero esto dependerá de la latitud, edad, tipo de piel y superficie expuesta”, detallan los especialistas.
Por su parte, los alimentos ricos en vitamina d son los lácteos, especialmente los fortificados, manteca, yema de huevo, pescados grasos (salmón, arenque) y aceite de hígado de bacalao.
MALA PRENSA
No hay duda alguna que los rayos ultravioletas son perjudiciales para la salud de la piel. La exposición prolongada puede traer aparejado foto daño y también patologías graves como cáncer de piel. Sin embargo, como todo en la vida es cuestión de equilibrio. Una exposición de 10 minutos a primera hora de la mañana no es lo mismo que estar tirados al sol 2 horas a las 12 del mediodía. “Los protectores solares disminuyen significativamente la activación de la Vitamina D, por lo tanto, se recomienda tomar sol sin protector en horarios pocos riesgosos para evitar foto daño, por el tiempo mínimo necesario”, argumentan Casávola y Vergara.
¿CÓMO SABER SI HAY DÉFICIT?
En los exámenes de laboratorio de rutina se suele pedir un chequeo para ver los niveles y verificar si hay falta de vitamina D. Es la forma más simple y efectiva de corroborarlo. “Se puede producir déficit por falta de exposición al sol, ingestas restrictivas; la edad disminuye absorción, y también disminuye en algunas enfermedades de malabsorción intestinal”, detallan. En cuanto a los suplementos medicamentosos de vitamina D, los especialistas recomiendan no utilizarlos sin supervisión médica ya que, al ser una vitamina liposoluble, existe el riesgo de su acumulación excesiva en el organismo.