Qué busca el talento y a qué aspiran las empresas.
Como explica, Germán Ruiz, Director de Outsourcing de Randstad Argentina, en primer lugar, hay que tener en cuenta que no todas las posiciones laborales son factibles de trabajo remoto. Muchos trabajos, por sus características, como las posiciones en producción y manufactura o en comercio y atención al cliente, requieren sí o sí de presencialidad. Según datos de CIPPEC, se estima que solo el 30% de los trabajadores en la Argentina tiene la posibilidad de trabajar desde el hogar, por el tipo de trabajo que realizan. “Para las posiciones que sí pueden trabajar de manera remota, el paso de la pandemia y la adaptación forzada a los esquemas remotos e híbridos generó en la fuerza laboral la demanda para sostener la flexibilidad para la realización de trabajo remoto. Hoy, esto se ha convertido en una expectativa generalizada que se convierte en demanda en la medida que se trata de perfiles con pleno empleo o perfiles escasos, donde el poder de negociación se hace más fuerte en favor de los candidatos”, argumenta.
FLEXIBILIDAD, LA CLAVE
Para Ruiz, la creciente relevancia de la flexibilidad para el talento es parte de un fenómeno mayor que tiene que ver con la puesta en primer plano de la realización personal y de la búsqueda de un mejor balance entre trabajo y vida personal. Hoy la flexibilidad se posiciona como uno de los factores más valorados por los colaboradores en su lugar de trabajo. Pero ojo: no hablamos de flexibilidad solo en términos de ubicación, lo que posibilita la realización de trabajo remoto y de home office, ya sea en formato híbrido o completamente remoto; sino también de flexibilidad horaria y en términos de caudal de trabajo, que tiene que ver con poder administrar el horario de trabajo y la carga de tareas con autonomía dentro de un marco centrado en el trabajo por objetivos.
¿Qué pueden hacer las organizaciones para dar respuesta a esta demanda creciente? Acá el especialista es enfático y asegura que, para evitar tensiones entre las necesidades de las organizaciones y las expectativas del talento, es necesario comenzar a pensar en la flexibilidad en términos más amplios, no solo en términos de trabajo remoto o home office. Mirar la flexibilidad como algo más allá del trabajo híbrido o trabajo remoto, para poder incluir a muchos más trabajadores bajo los beneficios de la flexibilidad. “Dado que no todos los empleos permiten la posibilidad del trabajo remoto, es necesario plantear una mirada más amplia sobre las demandas y necesidades de flexibilidad por parte del talento, ya que la reducción de esa mirada al tema de la presencialidad o el home office deja afuera a la mayoría de los trabajadores que no tienen posibilidad de trabajar de manera remota por el tipo de tareas que realizan. En este sentido, el estudio Randstad Workmonitor de 2023 ya dejó en claro que para el 81% de los trabajadores argentinos resulta de gran importancia contar, en primer lugar, con flexibilidad en términos de horarios de trabajo y, en segundo lugar, para el 75% de los trabajadores resulta importante disponer de flexibilidad en términos del lugar desde donde trabaja”, explica y argumenta Ruiz.
Hay que comprender que los trabajadores están demandando flexibilidad en un sentido más amplio. “Poder escuchar, entender y dar respuesta a los pedidos de flexibilidad de los trabajadores, en toda la amplitud de su significado, da como resultado organizaciones más productivas, con colaboradores más felices y motivados”, asegura Ruiz.
CÓMO AMALGAMAR NECESIDADES
¿Cómo satisfacer las necesidades de las organizaciones y del talento? ¿Qué escenario es el mejor? Para Ruiz no hay un escenario que pueda considerarse el mejor. Todas las situaciones donde hay que compatibilizar las necesidades y expectativas de las empresas y las necesidades y expectativas de los trabajadores, implican negociar el 1 a 1 para encontrar soluciones win-win. “Muchas organizaciones están hoy, luego de casi 3 años pasada la pandemia, analizando con mucho más detenimiento cómo va a ser su esquema permanente de trabajo y cómo eso va a impactar en la disposición y diseño de sus espacios de trabajo, en los metros cuadrados de las oficinas, su ubicación, su capacidad y otros aspectos asociados a la disponibilidad, función y mantenimiento de los espacios de trabajo. Todos estos factores están siendo evaluados por las compañías a la hora de tomar decisiones conscientes respecto a los formatos de trabajo, teniendo en cuenta también la necesidad real de una mayor presencialidad en esos ámbitos laborales para que pueda darse la trasmisión de cultura, el encuentro, la creatividad y la generación de ideas colaborativas y otras cuestiones que solo se dan en el trabajo cara a cara de los equipos”, concluye el especialista.
Más información: www.randstad.com.ar