¿DE QUÉ SE TRATA?
ORIGEN
Si bien el término Tapping es algo más moderno, su origen se remonta a la ancestral medicina China y la acupuntura. Partiendo de la medicina china Gary Craig desarrolla en 1995 la técnica de liberación emocional (EFT por sus siglas en inglés para Emotional Freedon Technigues), que hoy conocemos simplemente como “tapping” y que toma su nombre de los pequeños golpecitos que va dando la persona en distintos puntos específicos del cuerpo. Con estos golpecitos se llega a puntos energéticos que conectan órganos específicos (depende de donde uno va tocando el cuerpo) y emociones. En resumen, lo que hizo Craig fue sintetizar todos los meridianos Chinos en 14 puntos principales que están más cerca de la piel y por eso, podemos acceder más fácilmente el común de las personas. “Armó un sistema de puntos de acupuntura conectado a emociones, que nos permite a las personas comunes, sin agujas y solo a través de pequeños golpecitos, podamos activar energéticamente esa red de cableado energético que somos”, explica Santte.
¿CÓMO APLICARLO?
Lo bueno de esta técnica es que funciona como una autoterapia, es decir que nosotros mismos podemos aplicarla. Sin embargo, como en toda técnica nueva siempre es útil comenzar con un mentor que nos guíe en las primeras instancias. La técnica consiste en dar pequeños golpecitos con las puntas de los dedos en distintas partes del cuerpo. Al mismo tiempo se pueden repetir palabras positivas o ir trabajando –si lo hacemos con un terapeuta– con preguntas disparadoras. Si la técnica la llevamos adelante con un especialista en tapping podemos ir haciéndola en espejo con los golpecitos que va realizando el mentor en él o bien, si nos sentimos cómodos, él puede realizar esos golpecitos en nosotros. “Es una técnica que requiere tiempo, compromiso y simplemente de nuestras manos. También es importante estar muy bien hidratados y en caso de que sea posible conectados al suelo con ropa liviana que no ajuste. Mucha gente también escribe para ir ayudando a esa liberación emocional, otros – sobre todo cuando están guiados por una terapeuta- hablan, pero cada caso es único y a veces con una lágrima o bostezo el cuerpo ya hace el ajuste que necesitaba”, argumenta la especialista.
¿Dónde dar esos golpecitos y de qué forma? Como explica Santte, Gary Craig, desarrolló lo que se denomina la receta básica del tapping: una guía para ir por los puntos o zonas del cuerpo que tienen un acceso cómodo y práctico, y por los cuales pasan todos los meridianos del cuerpo; esos puntos energéticos que conectan todo nuestro interior. Ellos son: la mano, los dedos, el torso y el rostro. Para saber de qué forma ir dando los golpecitos, podemos guiarnos con un mentor o con bibliografía sobre el tema.
BENEFICIOS
“Fue diseñada originalmente para aliviar síntomas, cuestiones y bloqueos emocionales, pero muchas veces al aliviar cuestiones emocionales evitamos que se conviertan en síntomas físicos, y por eso decimos que el tapping es preventivo también. Sabemos, por ejemplo, que hacernos mala sangre y pasar estados de estrés muy grandes pueden desembocar en una gastritis o un terrible dolor de cabeza. Entonces aplicando tapping estamos armonizando y equilibrando nuestro sistema energético y emocional y a la vez aliviando síntomas físicos. Porque al alivianar desde lo emocional –por eso se llama liberación emocional– prevenimos que eso siga desarrollándose hasta manifestarse y encarnarse en un síntoma físico”, argumenta Santte.
También Santte asegura que aporta mucha claridad mental. “Cuando uno puede hacerse tapping y sacar un poco de foco toda la emocionalidad que nos nubla, logramos una neutralidad que evidentemente nos conecta con esa parte más inteligente y neutral propia y tomamos mejores decisiones. Al tomar mejores decisiones, nos sentimos mejor. También bajan los niveles de cortisol, la química del cuerpo se equilibra y esa noche seguro dormimos mejor. Entonces aporta mucho más bienestar del inmediato”, concluye.
Más información: @marcela_santte