¿Por qué son claves para tu negocio?
La Real Academia Española (RAE) señala que “recomendar” es aconsejar algo a alguien para bien suyo. Por su parte, habla del “testimonio” como la aseveración de algo; una prueba, justificación y comprobación de la certeza o verdad de algo. Estas definiciones nos llevan a comprender el valor de ambas palabras combinadas. En tu caso, una recomendación con un testimonio de un cliente es el combo ideal para crecer con tu negocio.
PODEROSA HERRAMIENTA
¿Qué efecto tienen las recomendaciones en los clientes? Las recomendaciones a través de testimonios son una herramienta poderosísima para tu negocio porque generan en los potenciales clientes una sensación de mucha confianza y credibilidad hacia vos. Cuando las personas podemos comparar y conocer experiencias positivas de otras personas que ya adquirieron el producto o el servicio que queremos adquirir, las dudas se minimizan y se facilita la toma de decisiones. Es una prueba y validación social que el producto o servicio que queremos adquirir es el correcto. Y esto trae una alta chance de conversión y lealtad para el negocio.
¿Por qué son importantes los testimonios? Una recomendación y un testimonio logran “humanizar” el producto o servicio. Al ver que otros han tenido buenas experiencias, las dudas se disipan y se aceleran los procesos de compra.
EN LA PRÁCTICA
Es verdad que la teoría siempre es más romántica que la realidad, pero también es cierto que hay buenas prácticas para hacer, que no quede solo en un deseo y se convierta en una realidad tangible que potencie y lleve tu negocio al éxito. ¿Cómo obtener testimonios efectivos? ¿Qué tipo de testimonios funcionan mejor? ¿Cómo pedir recomendaciones sin incomodar? ¿Cuándo pedir recomendaciones a los clientes? ¿Cómo elegir los testimonios más efectivos? ¿Qué errores evitar al pedir testimonios? Vamos por partes…
Para pedir testimonios con una recomendación de tu negocio tenés que estar seguro de que estás haciendo las cosas bien. Solo un buen servicio va a ser recomendado. Aclarado este punto, para comenzar hay que hablar con los clientes más fieles. Ellos son tu mejor activo y tu vehículo para llegar a más personas. Segundo, tenés que pensar qué querés pedirle y hacerlo de manera clara. Ejemplo: “Juan necesito saber si podés compartir tu experiencia positiva con más personas. Contar cómo funciona el servicio, cómo te sentís, etc. ¿Te sumás?”. Si el cliente decide compartir su testimonio, idealmente pedirle que sea por video. Siempre son más efectivos que la palabra escrita. Otro punto importante es no guionarlo. Este es un error que puede costar caro. ¿Por qué? Porque se nota cuando un testimonio no sale de adentro; no es natural. Una recomendación guionada es peor que no tener una recomendación porque se siente como una mentira, más allá que sea un sentimiento real del cliente. Es ideal que el testimonio sea breve y claro. Lo largo aburre y no tiene el impacto deseado. Tenés que saber que los testimonios que más funcionan son aquellos humanizados que hablan desde las experiencias personales, ya que generan credibilidad.
Por último, a aquellos clientes que son más tímidos y no se animan a los videos o testimonios, es importante solicitarles que tengan interacción con vos en tus redes, darle “Me gusta” a tus publicaciones y novedades, y generar comunidad en todos tus canales de comunicación.
Recordá: Un cliente satisfecho es el mejor aliado y activo que cualquier empresa puede tener. ¡Aprovechá este gran valor con el que contás!