Enterate de qué se trata esta dinámica que se aplica en los equipos de trabajo.
LA MÚSICA COMO DISPARADOR
En todas las culturas se baila y se canta. La música está considerada entre los elementos que causan más placer en la vida y es una herramienta tan poderosa que activa casi todas las áreas del cerebro. No reconoce edad, género ni religión. La música une y nos hermana a todos. Es por eso que el “Drum Circle” propone tomar la música como disparador para crear la mejor canción del equipo. ¿Cómo funciona? Se reúne al equipo de trabajo en círculo con instrumentos de percusión, siguiendo las pautas de un facilitador. La técnica, que también tiene su foco puesto en el espíritu lúdico (el juego saca el lado más genuino de todos) toma además herramientas del coaching, el mindfulness y la PNL. Todo al servicio de empoderar al equipo y crear bienestar emocional.
Con estos círculos musicales se desarrolla la creatividad individual y colectiva. Es una actividad que propone jugar, divertirse, generar cohesión grupal, romper barreras, armar nuevas relaciones. Los grupos salen de su zona de confort, se abren, comparten ideas, sentires, etc. Cada persona se descubre a si misma individualmente y como miembro del equipo. Es una excelente herramienta para mejorar la comunicación y ayuda a la construcción de equipos sólidos. Cada proceso de “Drum Circle” es llevado adelante por un profesional que va guiando y marcando las pautas.
Sin dudas es una experiencia sensorial que vale la pena poner en práctica. Y como dijo el famoso poeta danés Hans Christian Andersen, “donde las palabras faltan, la música habla”.