¿QUÉ ES LA DISCIPLINA?

¿QUÉ ES LA DISCIPLINA?

Cerca de tu Negocio  -  23/12/2024

Beneficios de sostenerla en la vida.

La disciplina es una de las tantas capacidades que tenemos los individuos para construir estrategias favorables y consistentes, alcanzando así, un equilibrio a nivel emocional, mental y conductual. Según explica el licenciado Maximiliano Bon, psicoanalista de la Institución Fernando Ulloa, la disciplina es un saber hacer con metas, objetivos a largo plazo claros y posibles, más allá de los obstáculos internos y externos que se puedan suscitar. Es importante tener en claro que este “saber hacer” no se origina desde el nacimiento o surge en el transcurso de nuestras vidas de manera espontánea, es algo que se aprende y se construye. “Poder construir, mantener y sostener la disciplina depende de un aprendizaje consciente, el cual nos implica activamente, ya que es un trabajo y una transformación permanente de nuestros pensamientos, emociones y conductas. Una vez que hemos logrado diagramar esta matriz, la cual exige tiempo y práctica, podremos planificar nuestra vida en torno a estrategias y objetivos claros, logrando así, un mejor manejo y control de nuestros actos y un óptimo nivel de autoconciencia”, detalla el especialista.


¿MALA PRENSA?

Muchas veces la palabra disciplina tiene mala prensa debido a que se suele asociar a restricciones, prohibiciones y a una estructura rígida de la personalidad. Pero según explica Bon, la mirada de la psicología es totalmente contraria. ¿Por qué? Porque poder establecer estrategias nos permite vivir una vida con menos tensiones. Cuando alguien se apoya en la disciplina puede ser constante e incrementar sus recursos para alcanzar metas o mantenerse firme en aquellas actividades que se están realizando en el aquí y el ahora. La falta de disciplina se puede observar en la procrastinación de las personas, las cuales empiezan algo y no pueden sostenerlo en el tiempo. Se sabe que la postergación es uno de los indicadores más frecuentes de la falta de disciplina.


SOSTENERLA A LO LARGO DE LA VIDA…

¿Por qué es importante la disciplina? ¿Cómo mantener la disciplina a largo plazo? Como explica Bon, mantener y sostener la disciplina durante nuestra vida ayuda en varios factores, entre ellos:

  • Tener un mayor rendimiento en todo lo que nos propongamos, ya sea en lo laboral, familiar y en lo social, sin perder de vista y tomando en consideración que no es algo innato. La disciplina nos convoca y nos compromete de manera activa en su constitución. Por tal motivo, la constancia, la perseverancia y todo lo que podamos aprender de nuestras experiencias van a ir incrementando las habilidades y destrezas con el fin de alcanzar metas que hoy tal vez se vean lejanas o imposibles. 
  • Ser constantes. Tener una vida planificada y con ciertos lineamientos conductuales anclados en pensamientos a favor del éxito, nos permitirá vivir con más libertad y con menos agobio el día a día. 
  • A transformar nuestros errores en aprendizaje. Estar anclados en la queja o en el lamento por cosas que no hemos podido conquistar obturan nuestra forma de vivir. En cambio, si tomamos nuestras equivocaciones como una oportunidad e identificamos aquello que nos provocó malestar en su momento, se nos abren las puertas para idear patrones conductuales más sólidos para la resolución de problemas y la concreción de a aquello que en su momento fue incierto.   
  • Tener una vida a favor de la salud mental. Haber construido una forma de vida, una disciplina, nos ayuda a organizar y distribuir óptimamente nuestros tiempos y actividades. Esto genera un equilibrio en la esfera mental y física: nos permite alimentarnos y dormir mejor, ya que los niveles de estrés se mantienen bajos.
  • Poder experimentar tensiones y presiones de manera constante, sobre todo en lo laboral. Cuando se ha forjado disciplinariamente nuestra forma de estar en el mundo, esto nos motiva a organizar nuestro trabajo de otra manera. Así, al fin del día tenemos ganas de compartir una cena en familia y dedicarnos un tiempo de ocio para nosotros. 

Por último, Bon asegura que cuando no podemos por nuestros propios medios identificar los patrones que obturan la manera de pensar y planificar frenando un aprendizaje duradero y sostenido en el tiempo, es beneficioso y recomendable buscar alternativas o ayuda profesional.  La TCC, terapia cognitivo-conductual, es una de las opciones dentro del todo el abanico de posibilidades para cultivar y orientar una disciplina. Además, contribuye a la construcción de metas, al manejo del estrés y la ansiedad, escollos significativos para la concreción de la disciplina. 

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