Conoce está forma de conducir equipos
EQUIPO Y EMOCIONES
¿Por qué es importante para los equipos de trabajo contar con un liderazgo emocional? Sin duda porque las emociones, estados de ánimo y temperamento de las personas afectan en la toma de decisiones, en la creatividad, en la retención del talento, en el logro de los objetivos, en el trabajo en equipo y en el liderazgo. “Quienes gestionan a través del liderazgo emocional son conscientes de su impacto en los demás y saben que su estado emocional influye mucho en el aprendizaje y el desempeño”, argumenta Vaccarini.
Para la especialista, el liderazgo es un proceso interactivo en el que los líderes se comunican con sus colaboradores y las emociones juegan un papel importante en el proceso interactivo. “Las emociones de un líder pueden influir consciente o inconscientemente en su equipo. Estas se ‘contagian’ porque percibimos cómo se sienten los demás y esas emociones pueden afectarnos”, detalla y agrega que los líderes emocionales saben que las emociones contienen información valiosa acerca de las personas de las que se rodean y están abiertos a utilizarla para prevenir y facilitar la resolución de problemas. “Captan los sentimientos de los demás y guían estratégicamente su estado mental para que coincida mejor con lo que se requiere para un desempeño óptimo en una tarea determinada. Son empáticos, pueden ponerse en el lugar de los empleados y fomentar las emociones placenteras a través del contagio emocional y otras estrategias para influir en sus actitudes y comportamientos laborales”.
Un líder emocional transforma a su equipo: estudios basados en la teoría de los eventos afectivos han relevado resultados en cuanto a la influencia, la motivación, el desarrollo y el desempeño laboral. “El liderazgo emocional es un estilo de liderazgo en que el líder gestiona, guía y regula las emociones de los miembros de la organización utilizando contagio emocional inconsciente y estrategias conscientes, crea una atmósfera emocional adecuada para el equipo y moviliza el entusiasmo y la motivación de los miembros de la organización, mejorando así la eficiencia del trabajo y logrando los objetivos organizacionales”, explica Vaccarini.
COMUNICACIÓN CLAVE
Como explica la especialista en el liderazgo emocional la comunicación juega un papel crucial. La forma en la que nos dirigimos a nuestro equipo, mediante mensajes escritos, de modo virtual o personalmente, tendrá un gran impacto en el clima emocional que generemos. Un tono mal entendido, inadecuado o decodificado erróneamente puede dañar la relación entre las personas. Las emociones pueden ser una fuente muy valiosa de riqueza relacional si se las cultiva y se les presta atención. Además, la gestión de las emociones del líder hacia sus colaboradores promueve la autoeficacia, el optimismo y la seguridad psicológica en sus equipos.
Claves para tener en cuenta:
- Potenciar el desempeño de cada persona a través de atención personalizada, desafíos y estimulación intelectual.
- Apoyo afectuoso y cercano.
- Comunicación abierta y empática.
- Trabajar por el bienestar de los empleados.
- Fomentar el diálogo y las relaciones entre los miembros del equipo.
- Mostrar vulnerabilidad, en lugar de pensar que mostramos debilidad.
- Reconocer y valorar logros.
- Motivar indagando qué mueve a cada persona.
- Brindar espacios de aprendizaje permanente.
- Abordar conversaciones constructivas sensibles de forma adecuada.
UN ESTILO DE LIDERAZGO QUE EL CONTEXTO REQUIERE
La incierta y agitada economía global y la competencia acelerada hacen que las empresas enfrenten grandes desafíos de supervivencia y desarrollo, y los recursos humanos son estratégicos para ganar la iniciativa de la competencia. Por eso, es fundamental que los empleados puedan completar su trabajo de acuerdo con la calidad y la cantidad, tengan un buen desempeño y, al mismo tiempo, encontrar un equilibrio con su vida personal y social.
También es preciso comprender que el desempeño laboral de los empleados está estrechamente relacionado con sus objetivos y los objetivos de la empresa y que sus emociones tienen un impacto significativo en su desempeño. “Las emociones displacenteras como la ira, la tristeza o la frustración pueden reducir la productividad y las emociones placenteras o agradables, como la esperanza, la alegría o el reconocimiento pueden aumentarla. La aceleración de la competencia, el exceso mental, el estrés y el agotamiento emocional han afectado el desempeño de los empleados y aún más en los empleados de organizaciones en crecimiento”, explica Vaccarini.
Para finalizar, la especialista asegura que las personas traen consigo al trabajo sus rasgos, estados de ánimo y emociones. Durante la semana o el día nos enfrentamos a imprevistos que pueden desconcentrarnos, estresarnos, impacientarnos o entristecernos. Por tal motivo, ayudar a comprender, expresar y regular las emociones posibilita adaptarse a los cambios con menor costo y energía.
ESTADOS DE ÁNIMO Y EMOCIONES: ¿CUÁL ES LA DIFERENCIA?
Como explica Vaccarini, la diferencia es la cantidad de tiempo que dura cada expresión de estado de ánimo versus la emoción. Una emoción es un sentimiento de corta duración que proviene de una causa conocida o de la forma en que una persona se siente en un momento determinado ante un estímulo externo. Las emociones pueden determinar cómo actúa una persona durante un período de tiempo a través de su lenguaje corporal, expresiones faciales repentinas y toma de decisiones.
Un estado de ánimo tiene lugar durante un período de tiempo más largo y no siempre tiene un comienzo de formación claro o identificable. Los estados de ánimo suelen ser instancias prolongadas de múltiples emociones, aunque es posible que no se muestren con tanta fuerza.