Un cambio de salud integral.
UN MODELO INTEGRAL
La psicología de la innovación nos mira integralmente. Un enfoque que combina conceptos que no solo trabaja con cambios de arriba hacia abajo, es decir, de la mente al cuerpo, sino también con cambios de abajo para arriba: cambios somato-psíquicos y biológicos que van a alterar el funcionamiento de la mentalidad humana. Es decir, que la psicología de innovación tiene este modelo bidireccional de la mente al cuerpo y del cuerpo hacia la mente.
Según explica Apud, es un modelo que nace fundamentalmente de su gran curiosidad. “Ya llevo 25 años como terapeuta y desde los inicios de mi profesión comprender cómo se ligan el funcionamiento del cuerpo y la mente es algo que me ha llevado a investigar en el terreno de las neurociencias y en el terreno de la actividad física, como una forma también de mejorar la performance. Luego, se sumaron los conocimientos acerca de cómo la alimentación modifica también el funcionamiento psíquico. Finalmente, cómo influyen todos nuestros hábitos y ahí entra el Biohacking que conjuga todo un estilo de vida dónde performar (ejecutar) mejor nuestros pilares de bienestar”, argumenta. ¿A qué pilares se refiere el especialista? A la alimentación, la actividad física, la gestión del estrés, gestión del entorno, suplementación… y como estos empiezan a afectar el funcionamiento de la biología y la mentalidad. El objetivo de este modelo es brindar herramientas para que las personas puedan optimizar su salud y empoderarse en el manejo y el control de esta.
CÓMO SE TRABAJA Y CUÁLES SON SUS BENEFICIOS
El especialista trabaja con un modelo de psicoterapia basado en la teoría de psicología profunda –que es un tipo de psicología cognitiva llamada postracionalista– que tiene todo un modelo acerca de cómo funciona la identidad humana y los distintos tipos de personalidades. Y esto Apud lo combina con sus conocimientos de coaching haciendo que se puedan conjugar muy bien para poder darle un eje muy resultadista, dirigido y focalizado al problema que trae el consultante. “Es un modo basado en obtener resultados de alto impacto a rápida velocidad. Tiene que ver también en cómo funciona el humano hoy: algo con lo que no tenemos que luchar sino saber amoldarnos y dar respuestas asertivas desde la psicoterapia para que una persona no tenga que estar consultando continuamente a un terapeuta durante muchos años. Ese ha sido siempre uno de mis grandes objetivos: no permitir que los pacientes se queden instalados de manera crónica en una psicoterapia sino dar respuestas rápidas. Es decir, mirar el 5% del tiempo el problema y el 95% restante mirar soluciones, alternativas y guiar hacia una programación del pensamiento que potencie las áreas del optimismo en la mente humana. Trabajar para que el pensamiento positivo, que no tiene que ver con ser simplemente una persona ingenua que confía en que todo es lindo, sino en reforzar aquellas redes neurales a nivel cerebral que nos permiten conectarnos más con estados como el placer, la calma, la felicidad y guiar la atención hacia las áreas sanas del individuo, en lugar de estar reforzando las áreas conflictivas o problemáticas”, explica. Esto llevado a la práctica es algo así como observar un ratito el problema y poner todo el foco en una nueva forma de enfocar las cosas y en una reprogramación cognitiva. Por supuesto, esto acompañado de todos los cambios físicos y emocionales, que son la base para que la persona pueda sentirse de manera diferente en el mundo.
¿Beneficios de la psicología de innovación? Fundamentalmente, en un cambio en la concepción de cómo es el trabajo psicoterapéutico y en que los resultados que la persona vive y experimenta son más rápidos y profundos. “Básicamente nosotros vamos adquiriendo una serie de hábitos que constituyen un repertorio de nuestra conducta y con el tiempo nuestros hábitos van moldeando nuestra identidad. Es por eso por lo que los cambios de hábitos pueden llegar a altos niveles de profundidad y esos cambios se van viendo a través de estos procesos terapéuticos que propongo en donde no se trata de observar continuamente un problema, que eso no haría más que reforzar esos caminos o esas redes neurales que hacen que el cerebro pueda ver y repetir con más facilidad y de manera más automática los problemas. Sino que se trata de reforzar los mecanismos opuestos, de estados deseados, de recursos, de los aspectos sanos de la mente humana. Ese cambio de enfoque ya genera todo un impacto en el consultante. Con esta propuesta nos focalizarnos en todo aquello que la persona sí desea vivir , que sí puede experimentar, esos recursos que usualmente quedan ahí por debajo de la conciencia, tapados y que pueden llevar a la persona a un buen destino”, concluye.
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