Fundamental en la dieta diaria, aporta muchos beneficios a la salud.
NUESTRO MEJOR AMIGO
El ácido largo OMEGA 3 es un tipo de grasa de molécula larga muy beneficioso para nuestra salud. Sirve para proteger las arterias de un evento cardiovascular: cualquier enfermedad del corazón, de las arterias o de grasas en la sangre. ¿Cómo lo hace? Barre las placas o residuos en las arterias y así disminuye el riesgo cardiovascular de tener un infarto del miocardio o enfermedades que tienen asociado el depósito de grasas en las arterias.
También tiene un importante beneficio para el cerebro. “Los OMEGAS 3, cómo ácidos grasos, son importantes para el desarrollo de las neuronas y para mantener la función cerebral normal de los chicos y los adultos. Unen las membranas celulares y aumentan la fluidez del intercambio de nutrientes. En definitiva, son importantes para todo lo que es desarrollo neurocognitivo”, explica la profesional.
DIETA EQUILIBRADA
Cómo todo en la vida se trata de encontrar el equilibrio. Y la alimentación no escapa a esa regla. Nuestra dieta debe ser variada para que el organismo reciba todo lo que necesita para su correcto funcionamiento. Debemos brindarle el mejor combustible para que la máquina no pare de funcionar. “En general, en la Argentina donde tenemos un consumo muy alto de carnes rojas, se recomienda ingerir pescado por lo menos 2 veces a la semana, 3 como ideal. Todos los pescados tienen proteínas de buena calidad y ácidos grasos o grasas buenas que ayudan a proteger las arterias. Lo que va a ir variando es la cantidad de grasa, hierro, fósforo, vitamina D, del complejo B, etc. según el pescado que elijamos. Hay que hacer un consumo variado entre las alternativas con más contenido de grasa OMEGA 3 y otros”, aconseja Schuldberg.
Según explica la profesional los pescados que están más relacionados con contenido de OMEGA 3 son los pescados de mar de aguas profundas. Estas especies tienen un alto contenido de grasa en la fibra muscular, pero de muy buena calidad. Entre ellos podemos citar al atún, el salmón o la caballa. Por su parte, los pescados más magros, como la merluza, la brótola o el arenque tienen menos grasa y el contenido de OMEGA 3 es menor.
Por último, Schuldberg aconseja incorporar el pescado a la alimentación desde pequeños. “A partir del año los niños pueden consumir pescado, siempre y cuando descartemos cualquier tipo de alergia o intolerancia. Yo suelo recomendar el atún fresco (el filete de pescadería) ya que no tiene espinas y tiene mucho colágeno. Una opción es cortar en cuadraditos chiquitos y empanar para que los más pequeños lo puedan agarrar con la mano”, concluye.
¿Y el pescado en lata?
Es muy común, por practicidad y el ritmo diario vertiginoso de hoy en día, que en muchas familias se opte por las latas de atún o caballa para la comida. Si bien la opción de lata también es válida, Schuldberg aclara que cuánto más fresco sea el pescado mejor, ya que no va a tener ni conservantes ni agregados de sodio o sal.