¿Es una cosa u otra? La dicotomía que enfrentamos hoy.
LO MEJOR DE AMBOS MUNDOS
¿Cuál es el formato más adecuado? ¿Acaso hay uno solo? Todo momento bisagra y de tanta confusión genera oportunidades y abre el abanico para pensar y repensarnos. Como explica Isola, el home office o teletrabajo es maravilloso y produce una comodidad enorme, pero también es cierto que una compañía tiene un sentido que lo da el estar juntos. ¿Alguna vez pensaron porque las compañías se llaman así? Simple. Porque allí los seres humanos estamos ACOMPAÑADOS. “Es el conjunto de quienes componen la compañía lo que produce un efecto. El problema era que buena parte de nuestra vida de oficina era responder mails. Un absurdo. Una oficina debería y debe ser mucho más que ello”, afirma Isola. El especialista asegura que las oficinas tendrían que ser un espacio de encuentro humano en el que se den conversaciones relevantes y discusiones profundas. Repensarlas como una especie de fogón en el que nos juntamos alrededor para conversar y contar historias de cómo estamos viendo los diferentes aspectos del negocio.
¿En un escenario de virtualidad absoluta, cómo peleamos codo a codo con alguien para lograr el objetivo si no contamos con su cercanía y complicidad que se da cuando nos reímos o compartimos un almuerzo? Parece complejo lograrlo. “Los equipos de alta performance juegan en el mismo campo de juego. No virtualmente”, afirma enfático el especialista. Sin embargo, aclara también con énfasis que no todo es blanco y negro y los entornos híbridos nos pueden ayudar a tener lo bueno de ambos formatos. Parece que esta mixtura es el camino más certero: flexibilidad y virtualidad unos días en el hogar, con otros días de encuentro de grupo en las oficinas. Días de oficinas donde usemos el tiempo para conversaciones profundas, utilizando el encuentro de los cuerpos para potenciar lo que somos como equipo, nutrirnos y dar nuestro máximo. No para estar cada uno detrás de su computadora.
SOMOS SERES CORPORALES: TRABAJAR TAMBIÉN ES UN ACTO FÍSICO
Nuestros cuerpos son claves en el relacionamiento con los demás: estar juntos suma un valor intrínseco a nuestras relaciones humanas. Somos seres corpóreos y nuestros cuerpos son partes de nuestras interacciones. “Tenemos frases físicas para expresar que con alguien nos llevamos mal porque ‘es una cuestión de que no hay piel’ o que su presencia ‘nos produce un nudo en la panza’”, ejemplifica Isola.
Es más, la pasión y el amor, para el ser humano, incluyen al cuerpo. “Si pensamos nuestras vidas profesionales como algo que hacemos con cariño y con otros, si consideramos que allí se juega algo de nuestras vidas (algo que no es efímero y que nos demanda mucho tiempo de nuestras vidas), entonces debemos reflexionar qué hacemos con nuestros cuerpos. Generar cohesión social es algo que se produce también por medio del cuerpo”, concluye.
Recordemos que somos seres sociales con sentido de pertenencia y que necesitamos el codo a codo, la risa y la complicidad de nuestros pares. Algo que se construye en el encuentro cara a cara. Encontrar el equilibrio laboral como compañías y generar espacios de presencialidad con virtualidad, sin duda, es el mejor camino para maximizar lo mejor de los dos mundos.