HABLEMOS DE ALZHEIMER

HABLEMOS DE ALZHEIMER

Calidad de Vida  -  11/09/2023

Todo lo que hay que saber para vivir mejor.

Cada 21 de septiembre se celebra el Día Mundial del Alzheimer, fecha establecida por Alzheimer ‘s Disease International (ADI) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de crear conciencia y promover la comprensión sobre la enfermedad y otras formas de demencia a escala global. Según explica el Dr. Guido Dorman, miembro del Departamento de Geronto-Neuropsiquiatría y de la Clínica de la Memoria de INECO, esta campaña de concientización tiene como principales objetivos reducir el estigma que rodea a la demencia, brindar información precisa al público, apoyar a los afectados por la enfermedad y abogar por una mayor investigación y recursos para su prevención, tratamiento y atención. También, busca destacar el rol de los cuidadores de apoyo que enfrentan inmensos desafíos y estrés. Sin duda, esta fecha representa una gran oportunidad para poner el tema en la mesa y tomar acciones concretas. 


¿QUÉ ES EL ALZHEIMER?

Es una enfermedad degenerativa del sistema nervioso que conduce gradual y progresivamente a la pérdida de las funciones cognitivas, y con ello a la pérdida de la independencia de la persona. Es la causa más frecuente de demencias a nivel mundial, siendo responsable de hasta el 70% de las mismas. Además, su forma más frecuente es la llamada enfermedad ‘esporádica’ que se relaciona con múltiples factores de riesgo, entre los cuales se sabe que la edad es el principal”, explica Dorman.

El especialista agrega que si bien se desconoce con exactitud cuál es la causa de la enfermedad de Alzheimer, sí se sabe que en el cerebro de las personas afectadas comienzan a depositarse proteínas anormales muchos años antes del inicio de los primeros síntomas. Estas proteínas resultan ‘tóxicas’ para las neuronas (que son las células del cerebro), generan alteraciones en la conexión entre las mismas y posteriormente la muerte neuronal. Esta muerte neuronal se produce de una manera más acelerada de lo que sucede en cerebros de personas sin la enfermedad y al inicio se localiza en áreas específicas del cerebro que van a estar con relación a los síntomas. Por ejemplo, en las formas típicas de la enfermedad, comienzan afectando los lóbulos temporales, resultando como primeros síntomas los problemas en la memoria reciente.

Pero Dorman aclara que no solo deteriora la memoria y el resto de las funciones cognitivas, sino que también genera cambios en el carácter y el comportamiento. “Todo esto va afectando progresivamente la capacidad de la persona de realizar sus actividades cotidianas de manera independiente y, en estadios avanzados, aumenta el riesgo de padecer enfermedades físicas. El resultado final es un enorme impacto físico, psicológico y social tanto para el paciente, como para los cuidadores y las familias”, enfatiza.


PREVENCIÓN Y DIAGNÓSTICO PRECOZ

Dorman explica que existe evidencia que hoy respalda la presencia de al menos 12 factores de riesgo modificables potencialmente para la demencia. ¿Cuáles? Menor educación, hipertensión, discapacidad auditiva, tabaquismo, obesidad, depresión, inactividad física, diabetes, bajo contacto social, el consumo excesivo de alcohol, la lesión cerebral traumática (TBI) y la contaminación del aire. “Juntos, los 12 factores de riesgo modificables representan alrededor del 40% de las demencias en todo el mundo que en consecuencia teóricamente podrían prevenirse o retrasarse. El potencial de prevención es alto y podría ser mayor en los países de ingresos bajos y medios donde ocurren más demencias”, argumenta.

La prevención tiene que ver con la política y los individuos y las acciones requieren tanto programas de salud pública como intervenciones individualizadas. En todos los casos, se trata de factores modificables por lo que mediante diferentes iniciativas se podría disminuir el riesgo de que se manifieste la enfermedad de Alzheimer. Esto se puede lograr a través de la adopción de ciertos hábitos como: el ejercicio físico aeróbico regular, la estimulación cognitiva, una dieta saludable, el control adecuado de los factores de riesgo cardiovasculares, un sueño adecuado, la disminución del estrés, la protección de golpes en la cabeza, el cuidado de la audición y el mantenimiento de una actividad social significativa.

Por su parte, el diagnóstico precoz de la enfermedad resulta clave por varias razones:

  1. Permite la intervención médica oportuna y el inicio de tratamientos adecuados. Si bien no existe cura para la enfermedad de Alzheimer, ciertos medicamentos e intervenciones pueden ayudar a controlar los síntomas y ralentizar la progresión de la enfermedad. 
  2. Mejora la calidad de vida. Las personas y sus familias pueden planificar mejor el futuro y tomar decisiones informadas.
  3. Algunas intervenciones, como el entrenamiento cognitivo y los programas de rehabilitación, son más efectivas cuando se implementan en las primeras etapas de la enfermedad. 
  4. Brinda a los cuidadores la oportunidad de acceder a recursos, educación y servicios de apoyo que pueden ayudarlos a cuidar eficazmente a sus seres queridos. 
  5. Permite a las personas expresar sus deseos con respecto a su atención, preferencias de tratamiento y decisiones al final de la vida.
  6. Motiva a las personas a adoptar un estilo de vida saludable para el cerebro, que incluye ejercicio regular, una dieta equilibrada, estimulación mental, participación social y control de otras afecciones de salud.

EL ROL DE LA FAMILIA

Tener un miembro de la familia con la enfermedad de Alzheimer puede tener un impacto amplio y profundo en la misma. Los efectos son emocionales, prácticos y, a menudo, duraderos. Puede producir impacto emocional, estrés del cuidador, cambios en la dinámica familiar, tensión financiera, alteración en la vida diaria. “Es importante que las familias busquen apoyo y recursos que les ayuden a afrontar los desafíos de la enfermedad de Alzheimer. Los grupos de apoyo, el asesoramiento, los cuidados de relevo y los programas educativos pueden proporcionar una valiosa ayuda para gestionar los aspectos emocionales y prácticos del cuidado de un familiar con Alzheimer”, concluye el profesional.

EL ALZHEIMER EN NÚMEROS

Es una de las principales causas de muerte en nuestro país. Se estima que el Alzheimer afecta a más de 300.000 argentinos y al menos a 44 millones de personas en el mundo. Por eso, es la causa de demencia más común con un 70% del total de los casos. En la Argentina se estima que afecta a 1 de cada 10 personas mayores de 65 años. La OMS calcula que más de 55 millones de personas (el 8,1% de las mujeres y el 5,4% de los hombres mayores de 65 años) viven con demencia, un total de 10,3 millones en la Región de las Américas. Se calcula que esta cifra aumentará a 78 millones para 2030 y a 139 millones para 2050.  Cada 3,2 segundos, un nuevo caso de demencia ocurre en algún lugar del mundo.

Más información: www.ineco.org.ar 

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