La generación de valor de cara al cliente.
En definitiva, LEAN propone tener una hipótesis, explorarla con lo mínimo viable, medir el resultado y sacar conclusiones, que a su vez nos lleven a la siguiente exploración y así continuamente. “Se requiere un cambio de mentalidad para ponerla en práctica porque las organizaciones no están acostumbradas a sacar experimentos hacia sus clientes, sino que están acostumbradas a hacer un mega desarrollo y recién ahí lanzarlo, cuando sienten que está perfecto y terminado”, detalla Posse.
Esta filosofía sostiene que nunca está terminado un producto. Posse coincide y asegura que para para él desarrollar el producto es solo el comienzo y que el verdadero problema viene cuando se lanza, porque ahí justamente es donde podemos analizar y detectar cómo seguir agregando valor. “Si miramos para atrás y vemos muchos de los productos digitales que hoy consumimos, ninguno fue lanzado con la mirada de TERMINADO, sino que todos fueron experimentos a los cuales con el paso del tiempo se les fueron agregando valor. WhatsApp no es hoy lo que era cuando empezó; tampoco lo es Facebook y ni hablar de Google”, ejemplifica.
PRINCIPIOS LEAN
LEAN se sostiene sobre principios y objetivos claros. Entre ellos:
- Apunta a eliminar el desperdicio, es decir lo que no sirve o no agrega valor. Reducción de desperdicios.
- A buscar la perfección, pero no esperar a que algo esté perfecto para lanzarlo.
- A lanzar lo antes posible, justamente relacionado con el principio anterior.
- Identificar todo el flujo de trabajo necesario para poder eliminar instancias que no son necesarias y cuellos de botella que irán en contra de la velocidad con la que queremos experimentar.
- Aplicar el concepto de PULL (tirar) en lugar de PUSH (empujar). “Esto quiere decir que lo que hacemos lo realizamos porque hay clientes que lo piden. Contrariamente al concepto de “Push”, donde hacemos lo que pensamos que un cliente necesita y lo metemos a la fuerza en el mercado”, detalla Posse.
- La búsqueda de la mejora continua y esto está relacionado con el término ITERACIÓN. “Iterar es, básicamente, mejorar continuamente. Por eso se dice que los productos, digitales, sobre todo, se iteran. Se mejoran continuamente persiguiendo la perfección, pero sabiendo que seguramente nunca se logre ya que siempre vamos a tener nuevas necesidades que satisfacer en nuestros clientes” explica Posse.
Como dijimos antes, la filosofía LEAN apunta a la experimentación constante. Y para aplicarla hay que cambiar el chip y acostumbrarnos a vivir en BETA, sin buscar productos perfectos y terminados porque eso se ha probado que no funciona más. Avanzar experimento tras experimento utilizando los recursos mínimos e indispensables. De esta forma vamos a bajar costos, mejorar la tolerancia a la frustración y acotar los tiempos de aprendizaje de cara a nuestros clientes. “Hay una gran frase para esto que dice: ‘Pensar chiquito, equivocarse y aprender en grande’. La época donde pensábamos desarrollos super largos ya terminó. Esta filosofía nos ayuda a probar constantemente y analizar cuál de las pruebas dio en el clavo para tomar ese camino y agregar continuamente valor a nuestros clientes. Es decir, lanzar al mercado un experimento e ir haciéndolo cada vez más perfecto con el paso del tiempo” explica.
CÓMO COLABORA EN LOS ÁMBITOS LABORALES
Según Posse, ayuda mucho a las organizaciones a entender que la era de lo perfecto se terminó, para dar lugar a la era de la experimentación. A la tolerancia al error capitalizándolo como un aprendizaje. “Existen múltiples formas de aplicar las diversas herramientas que provee LEAN, pero mi sugerencia es que se vea como una forma de pensar que trae múltiples beneficios para las organizaciones y para las personas. Siempre sugiero utilizarlo a la hora de pensar productos o mejoras; creo que es muy potente ahí ya que alivia la presión de siempre intentar ser perfectos desde el inicio. También me parece excelente como filosofía de trabajo en productos, adoptarlo como forma de pensamiento para no ir a lo tradicional de pensar un mega producto o desarrollo sin antes experimentar pensándolo más chico y de a poco ir haciéndolo crecer y mejorándolo”, detalla.
Para finalizar, asegura que cualquiera sea el uso que le demos, requerirá un cambio de mindset por parte de las personas ya que, aunque no parezca, nuestro molde mental está seteado para pensar un mega producto o desarrollo.
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