Vivir cada momento presente, sin esperar tanto del futuro.
TIEMPO PRESENTE
Cómo explica la especialista, podemos encontrar un aspecto interesante para pensar el tiempo. ¿Por qué a veces pasa tan rápido y a veces avanza tan lento que se nos hace “eterno”? Algo del tiempo es singular y subjetivo. Es cómo estamos viviendo ese tiempo que transcurre. “El tiempo presente es ese tiempo que existe (estar presente es, de alguna manera, existir) y es interesante registrar que está allí, pasando y que nos da la oportunidad de intentar elegir, decidir qué hacer con él, cómo queremos vivirlo”, argumenta.
Por otro lado, es difícil pensar que hay presente sin historia. La historia de cada uno es aquello que nos constituye, con sus marcas, sus avatares, sus miserias y delicias. Cada uno, con su historia, va haciendo lo mejor que puede, avanzando en el tiempo con sus recursos y sus herramientas disponibles. “Estamos muchas veces preocupados por lo que vendrá y en algún lugar eso da cuenta de que estamos conectados con el mundo, con lo que pasa, con la realidad. La cuestión es cuando esa anticipación se precipita (nos precipita) y no nos permite conectar con lo que nos pasa en este tiempo, en el ahora. Muchas veces no atender el presente nos impone condiciones creadas por nosotros mismos para el futuro. Por ejemplo, cuando tomamos malas decisiones o no tenemos en cuenta las consecuencias de algo en particular”, explica.
CÓMO APROVECHAR EL MOMENTO PRESENTE
Primero debemos tener en claro que ‘El AHORA’ a veces nos plantea cierto mandato del estilo ‘disfrutá el MOMENTO’, ‘conectá con el ahora’, ‘ahora o nunca’. Y estos mandatos pueden transformarse en una encerrona que también nos genere ansiedad, frustración y sobre exigencia. Por eso, la especialista sugiere pensar el tiempo como una continuidad, donde lo que no pudimos hacer hoy, tal vez podamos hacerlo mañana y que pocas cosas se dan en un ‘ahora o nunca’. Eso nos va a ayudar a generar alivio y perspectiva. El tiempo, de alguna manera, es una continuidad que nos da continuidad.
Entonces, aprovechar el ahora o el momento tal vez se trate de algo más vinculado a escucharse a uno mismo, conectar con lo que nos pasa y deshacernos de los imperativos y mandatos que nos exigen ser felices ya mismo, ser productivos a toda hora, estar siempre listos para lo que nos pasa y vivir con despreocupación aquellas cuestiones que sí nos importan y a las que queremos darle atención. “Escucharse a un mismo también puede ser no sufrir por anticipado por cosas que aún no están sucediendo, no tomar por cierto aquello que aún no es. En términos más generales, tal vez tenga que ver con tenerse en cuenta y no soltarse la mano ni en el ahora, ni en el mañana”, argumenta enfática Austral.
NUESTRA MIRADA
La importancia de cada tiempo es la que cada uno le imprima a su devenir. A veces es hermoso y necesario proyectar, pensar en el futuro y prepararse para llegar de la mejor manera a eso que vendrá. También, hay cosas que no podremos resolver ya mismo y, preocuparnos excesivamente por eso puede hacernos sufrir por anticipado.
“El ahora podrá ser una encerrona o una oportunidad y eso dependerá de nosotros. Si estamos conectados con lo que nos pasa y con nuestro deseo, el tiempo presente se convierte en oportunidad. Oportunidad de hacer algo que nos gusta, que nos hace bien y de pedir ayuda si algo anda mal y pensar soluciones con otros. Oportunidad de encontrarnos con nosotros mismos e ir viendo qué hacer con todo lo que nos pasa. Como dice una canción muy hermosa de John Lennon… ‘la vida, es eso que nos pasa, mientras hacemos otros planes’”, concluye.