3 propuestas para activarnos y comenzar el día de la mejor manera.
Andrea Santos, profesora de yoga en @yogafluirenbienestar, nos comparte 3 ejercicios simples que todos podemos realizar. Es importante recordar que todos los movimientos deben ser tranquilos, sin movimientos bruscos.
EJERCICIO 1 – CABEZA Y CUELLO
Nos levantamos y nos sentamos en una silla preferentemente (si tenemos en la habitación) con el sacro bien apoyado y la columna erguida. Realizamos dos o tres respiraciones completas. ¿Cómo? Inhalamos y empujamos con los isquiones la silla y crecemos con la columna desde la base hasta la coronilla (punta de la cabeza), imaginando y creando espacio entre cada una de las vértebras. Luego, exhalamos y liberamos tensiones: nos enfocamos en las molestias del cuerpo y las soltamos. Inmediatamente comenzamos con un leve a movimiento de la cabeza: con el mentón paralelo al piso giramos hacia un hombro y hacia el otro (siempre tenemos que acompañar el movimiento con la respiración: se inhala en quietud y se exhala con el movimiento).
Parta terminar con este ejercicio realizamos una flexión de cuello llevando la oreja derecha al hombro derecho, manteniendo el tronco alineado y percibiendo los apoyos del sacro en la silla. Y lo mismo para la izquierda. Percibimos cada vez más el peso del cuerpo.
EJERCICIO 2 – BRAZOS
En el segundo ejercicio le damos movimiento a nuestros brazos: nos tomamos de los hombros con las manos y hacemos movimientos circulares hacia adelante con los codos (sin soltar las manos de los hombros que serán nuestro punto fijo). Luego, repetimos esos mismos movimientos, pero hacia atrás. Finalmente, balanceamos los brazos hacia adelante con las palmas hacia arriba y luego hacia atrás, también con las palmas hacia arriba.
EJERCICIO 3 – COLUMNA
En la misma posición de sentado, estiramos las manos y nos agarramos de las rodillas. Los codos deben estar siempre estirados, sin flexionar. En esa postura, inhalamos y llevamos el pubis al ombligo (para lograrlo hay que redondear la parte bajo de la columna, apretando los glúteos). Luego, vamos redondeando la columna dorsal, dejando caer la cabeza floja. Imaginemos que se formó una la letra C con la columna.
En la posición del comienzo, manteniendo siempre los brazos estirados, exhalamos y sacamos cola, abrimos pecho y llevamos la cabeza hacia atrás (lo que se pueda, sin forzar). En paralelo, los hombros y omóplatos pesados caen hacia atrás y hacia abajo. Es clave, primero imaginarlo para llevarlo de la mente al cuerpo y que de a poco vaya cediendo.
Para terminar con este ejercicio, nos paramos, sacudimos los pies y hacemos flexión de caderas llevando las rodillas al pecho y realizando movimientos circulares, primero con un pie y luego con otro.
¡Listo! Llego ahora sí, el momento de arrancar el día… ¡Pero con energía y cuerpo activado!
PARA TENER EN CUENTA
El sueño siempre debe ser reparador. Dormir y descansar al menos 7/8 horas es clave para sentirnos bien y que nuestro cuerpo pueda dar respuesta a las exigencias diarias. No es lo habitual levantarnos mal, con dolores, cansados, etc. Por eso, llevar adelante rutinas y cumplir con las famosas “medidas de higiene del sueño” (dejar los dispositivos, preparar el cuarto para el descanso, no tomar café o estimulantes previo a acostarnos, etc.) es muy importante para lograr un buen descanso.