¿Qué es y por qué se produce?
En cuanto a la distensión postprandial (hinchazón después de la comida) Panigadi explica que está relacionada principalmente con la ocupación de alimento dentro del estómago. “El estómago es como una bolsa que cuando se llena le hace saber a la persona y al cuerpo que no debe seguir comiendo y lo hace a través de sensores de distensión”, detalla.
EL ROL DE LA ALIMENTACIÓN
Como mencionamos previamente, los alimentos juegan un rol importante en la distensión. Hay muchos alimentos que tienen mayor capacidad de ser fermentadores como, por ejemplo, las harinas, los lácteos, las verduras en general y las verduras de hoja, las frutas, los cereales, los coles, la papa, la batata, las legumbres…y, por lo tanto, generan mayor distensión.
“Para poder reducir todos estos efectos es importante mantener una dieta con disminución de los alimentos fermentadores y disminuir además el ingreso de gas dentro del intestino. También es clave hacer ejercicio y realizar comidas pequeñas varias veces al día para no generar distensión postprandial”, explica el especialista.
¿QUÉ PASA A NIVEL DE LA SALUD?
¿La distensión abdominal tiene algún impacto en la salud? Como explica el especialista, por lo general, no presenta ninguna problemática en la salud más allá de la incomodidad propia de los síntomas descriptos. Sin embargo, sugiere evaluar –que hoy en día está muy en boga– el sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SIBO). Una patología que está dada por un aumento en las bacterias que se encuentran en el intestino y generan una mayor fermentación de los alimentos y, por ende, una distensión abdominal aún mayor. El SIBO está acompañado generalmente con episodios de diarrea, gases y dolor abdominal. Ante la duda, es conveniente consultar a un gastroenterólogo.