Qué es y para qué sirve esta práctica, que aumenta cada vez más su presencia en las empresas.
Dentro de las organizaciones el counseling tiene por objetivo, que la empresa pueda cumplir sus objetivos, a pesar de las dificultades que sufren sus colaboradores, a nivel individual, interpersonal, intrapersonal, y entre sectores de una misma compañía.
“A través del counseling se mejora la comunicación, la forma en que se relacionan las personas. Y con el conocimiento de la empatía, la aceptación y la congruencia, las relaciones se tornan más eficientes y el clima de trabajo mejora sensiblemente”, explica García Arias. Por su parte, Corbalán, señala que en el ámbito laboral, el counseling individual está indicado para mejorar las condiciones personales de los trabajadores, brindándoles contención y orientación para afrontar problemas que podrían afectarlos negativamente reduciendo su potencial productivo. Mientras que el grupal aporta procesos de aprendizaje significativo, en cuanto a comunicación, relaciones interpersonales, liderazgo, creatividad, toma de decisiones, etc.
TRABAJO Y BENEFICIOS
El proceso de counseling lo lleva adelante un counselor, que es el profesional idóneo para realizarlo. Él puede trabajar de forma individual o grupal, según las necesidades del momento y del lugar. Puede ser una intervención puntual por una crisis o un servicio sostenido en la empresa, y se pueden alternar encuentros de a uno o con equipos. “Primero el counselor identifica cuál es la dificultad a resolver y cuál es la necesidad de la empresa en ese sector, para luego buscar la eliminación del problema”, detalla García Arias.
“Lo primero que se observa al aplicar counseling laboral es una mejora en las relaciones laborales y la comunicación. En lo personal, los empleados suelen manifestar sentirse contenidos y fundamentalmente escuchados. Se ha demostrado una considerable disminución del absentismo laboral, una mejora en los niveles productivos y un alza en la percepción de pertenencia”, explica Corbalán. En esta línea García Arias afirma que se mejora sensiblemente el ambiente de trabajo, haciéndolo más confiable. Se logran vínculos menos amenazantes, y sobre todo la atmósfera, mejora completamente.
Ante todo lo expuesto podemos inferir que el proceso de counseling es un win win, tanto para empleados como para la empresa. Ambos se benefician de este proceso, que en algunos casos se sostiene como programa anual con un formato de consultas telefónicas y virtuales.
Para finalizar desde Holos señalan que las claves para que el proceso sea efectivo es que el Counselor se desempeñe con actitudes empáticas, aceptantes del otro, y congruentes. Así los asistentes o consultantes irán incorporando estas tres actitudes claves a su vida y a su quehacer diario. De esta forma bajarán las defensas esgrimidas por cada integrante de la empresa, y los diálogos y los vínculos serán más fluidos, consistentes y veraces. “Las personas advertirán una atmósfera menos amenazante, dentro da la cual, el nivel de riesgo irá bajando sucesivamente. Por ende aumentará la genuinidad y la manera de relacionarse será más franca y concreta”, concluye García Arias.