Marzo es un buen momento para comenzar a encontrar los espacios de tiempo personal.
No hay excusas: no importa si estamos muy ocupados, llenos de responsabilidades, siempre hay un minuto para dedicarnos a nosotros en casa, en el trabajo o… ¡donde sea! Daniel Colombo, Máster Coach especializado en CEOs, alta gerencia, y equipos de trabajo, propone algunas formas sencillas de hacernos un tiempo personal sin importar en qué ámbitos nos encontremos. Y aclara que lo ideal es intercalarlos al menos 2 o 3 veces al día. Veamos…
EN EL TRABAJO
- Masajear entre el dedo pulgar e índice de la mano. Este acto sencillo se hace aplicando una suave presión con los dedos de la mano contraria en el valle que se forma entre el dedo pulgar y el índice. Este lugar permite activar una mejor circulación, bajar la ansiedad, recuperar la calma y sentirnos mejor dispuestos para continuar el día. Es ideal para realizarlo en momentos de tensión, o cuando queremos recobrar el equilibrio interno. Duración: 1 minuto en total; 30 segundos en cada mano.
- Acariciar el ombligo. Muchas teorías afirman que el ombligo, relacionado directamente con el cordón umbilical, representa lo que fuimos de bebés y niños. Cuando nos sintamos molestos, estresados, con miedo y ansiedad, acariciarnos la zona del ombligo con nuestra mano nos aportará mayor calma y serenidad. Se recomienda acompañar el movimiento con respiraciones suaves y profundas. Duración: 1 minuto.
EN EL HOGAR
- Colocar un aroma agradable. Los aromas cumplen funciones esenciales en la estimulación cerebral. Por eso es muy útil elegir alguno que nos guste y nos inspire calma, relax y conexión interior, para ponerlo en un hornillo con una vela debajo, o utilizar difusores de fragancias. Para recobrar nuestra energía debemos colocarnos cerca, inhalando y exhalando con los ojos cerrados. Duración: 1 minuto.
- Acariciar a nuestra mascota. La ciencia ha probado y ratificado el poder tranquilizador que tienen las mascotas cuando logramos conectar profundamente con ellas. Dediquemos un minuto a acariciar a nuestro perro o gato y disfrutar de su feedback; la retroalimentación necesaria para recobrar nuestro equilibrio. Duración: 1 minuto.
DURANTE UN VIAJE EN TRANSPORTE
- Visualización creativa. Aprovechar el viaje para leer algo que nos eleve; e incluso, tomar momentos de serenidad con nosotros y aplicar la poderosa técnica de visualización que nos permite crear en nuestra imaginación ese estado deseado. Diseñar un espacio especial al que nos gusta ir y acompañar el momento con respiraciones suaves y profundas. Duración: 1 minuto.
- Escuchar una meditación corta. Tener descargadas algunas aplicaciones en el celular con meditaciones cortas, o incluso grabarlas con nuestra voz y una música suave. Son ideales para escucharlas mientras nos relajamos respirando. Duración: variable.
EN EL BAÑO
- Durante la ducha. El agua caliente brinda sensación de alivio y calidez. Si ese momento lo acompañamos con un suave masaje con una esponja natural y un aroma esencial como los que traen los jabones líquidos, la experiencia será completa. También podemos estirar los brazos hacia arriba, apoyándolos levemente en la pared para lograr una elongación completa. Y si nos gusta cantar, es momento de soltar nuestro don sin pudores. Duración: 1 minuto.
- En soledad. Podemos aprovechar los espacios en el sanitario para hacer un breve ejercicio de reenfoque interno. ¿Cómo? Tomar una respiración profunda por la nariz; contener el aire 5 segundos; soltar el aire por la boca durante 5 segundos. Repetir, tomando el aire en dos tiempos; retener unos segundos; y soltarlo en dos tiempos. Duración: 1 minuto.
EN LA CALLE, AL CAMINAR
- Observar el cielo. Sin perder contacto con la realidad ni poner en riesgo la seguridad, podemos aprovechar los recorridos que hacemos caminando para realizarlos a un ritmo confortable, apoyando bien los pies; talón y punta de los dedos; el torso erguido y la mirada hacia arriba. Observar las nubes, buscar significados en sus formas, imaginar. Si hay sol, disfrutaremos a su vez la estimulación de nuestras endorfinas (la hormona de la felicidad) que el febo realiza. Duración: variable.
- Oler una flor. Otro ejercicio poderoso es el de estimular nuestro olfato como sentido esencial para reconectar las emociones y sensaciones placenteras. Podemos percibir el perfume de flores como los jazmines o las rosas; sentir el aroma del pasto o de la tierra mojada después de la lluvia. Al inspirar profundamente notaremos cómo se abren nuestras sensaciones internas. Duración: desde 15 segundos.
Por último, Colombo aclara que darnos tiempo personal es una cuestión de elección; no hace falta asignar demasiados minutos en nuestra agenda para llevar adelante algunos de los ejercicios propuestos. “Defender nuestro tiempo personal, al igual que nuestros espacios, trae mayor claridad, relajación, controla la ansiedad y la reactividad, disminuye la necesidad de controlar las cosas; aporta mayor registro interno y más claridad en los pensamientos para tomar decisiones; estimula el poder de enfoque y progresivamente aumenta nuestra auto confianza”, argumenta.
¿Qué esperamos para poner manos a la obra? Un par de minutos al día alcanzan y sobran.
Fuente: Daniel Colombo. Máster Coach especializado en CEOs, alta gerencia, y equipos de trabajo; comunicador profesional; facilitador de procesos de cambio; conferencista internacional y autor de 28 libros.