Descubrí los beneficios que esta disciplina de acompañamiento profesional y personal puede reportarle a tu empresa.
El mentoring constituye un proceso de aprendizaje por el que una persona asume la responsabilidad de su desarrollo personal o profesional. Durante el proceso se crea una relación en la cual el mentor dedica su tiempo, su conocimiento y su experiencia para que el mentorizado tenga nuevas alternativas, enriquezca su conocimiento y pueda potenciar su actividad profesional o personal. Es importante comprender que el mentor no ejecuta, simplemente orienta y alienta para que el profesional se desarrolle a sí mismo. “El mentor escucha para tratar de entender los problemas que se van presentando y, mediante su experiencia, estimula el aprendizaje del profesional, para que éste descubra por sí mismo la mejora en la percepción de los diferentes asuntos, así como la creación de alternativas de solución y la toma de decisiones para su resolución”, detalla Gorga.
OBJETIVOS Y FASES DEL PROCESO DE MENTORING
El punto de partida del mentoring es definir el alcance y objetivos del proceso de mentoreo. “Se debe definir un objetivo de mentoring principal (largo plazo) que el mentorado establece para su futuro personal o desarrollo profesional. Es decir, un objetivo más amplio. Y luego los objetivos a corto plazo que son las metas que deben sucederse en el camino para lograr el objetivo principal. El mentorado siempre tiene la última palabra sobre los objetivos, pero apoyándose siempre en la experiencia del mentor”, explica la profesional.
En todo el proceso podemos establecer 4 fases bien marcadas: nacimiento (consolidar la relación, fijar los objetivos a alcanzar y las áreas a explorar); compromiso (con objetivos fijados y plan de acción, la relación debe estar basada en la confianza para que el mentorizado se sienta en libertad de acudir al mentor en el día a día); sostenimiento (la fase más larga y aquí el mentorizado tiene que ser muy proactivo y acudir a su mentor para pedir ayuda a través de todos los canales de comunicación disponibles); y fin de la relación (una vez que los objetivos y necesidades fueron cubiertas. Aquí también hay que analizar resultados y establecer proceso de feedback).
MENTORING EN LA EMPRESA
Llevar adelante un buen programa de mentoring resulta de gran ayuda para desarrollar el talento en la organización y permite además que los que jefes o directivos que ejercen el rol de mentores puedan desplegar y mejorar sus capacidades de desarrollo como líderes de sus equipos y de las personas que los integran. En la empresa es importante que el proceso ponga el foco en la comunicación y el marketing interno; la hoja de ruta del proyecto, la identificación y asignación entre mentores y mentorizados; la formación y el entrenamiento; el seguimiento del proceso y, por último, en la evaluación del programa y su efectividad. “Las empresas y organizaciones que aplican programas de mentoring tienen muchos beneficios, como mayor confianza entre empleados y sus jefes; un aumento del intercambio de experiencias entre empleados senior y junior. Y finalmente, con este proceso se logra crear una memoria de la organización, ya que la cultura organizacional está en las experiencias que transmiten las generaciones anteriores a los nuevos”, concluye Gorga.
EL BUEN MENTOR…
Motiva, escucha, nutre la relación, transmite su experiencia, orienta e invita al desafío.