CONCENTRACIÓN

CONCENTRACIÓN

Calidad de Vida  -  20/03/2025

¿Por qué nos dispersamos tanto?

Vivimos con mil estímulos alrededor y en un mundo que nos invita a desconcentrarnos continuamente. ¿Cómo mantener la concentración y poder ser más productivos? Vayamos a las bases de este asunto: entender cómo funciona nuestro cerebro y qué es la concentración. Según explica Marina Dolmatzian, licenciada en Psicología y miembro del departamento de Neuropsicología de INECO, la concentración es uno de los elementos que componen a la atención, una de las funciones cognitivas más importantes para realizar actividades más complejas. La concentración (o atención sostenida) es la capacidad que tenemos para sostener la atención en un estímulo relevante por un período de tiempo prolongado. Además, junto con otros procesos de la atención, implica eliminar información irrelevante para ocuparse efectivamente de la tarea que estemos realizando. “La concentración y la atención son piezas fundamentales para el aprendizaje, la memoria y para realizar otros procesos cognitivos complejos. La atención, junto a la percepción, es la puerta de entrada a nuestra mente y está condicionada por muchos factores internos y externos, a los que llamamos distractores. Un distractor es cualquier estímulo que capta nuestra atención alejándonos de nuestro objetivo o de la tarea que estamos realizando. Esos distractores pueden ser factores internos como pensamientos, tareas pendientes, recuerdos o estados internos como estrés, motivación o interés, desorganización con la tarea, hambre y sueño que dificultan la concentración. Y también pueden ser factores externos, asociados en general al espacio físico en el que nos encontramos, como ruidos, una mala iluminación, una mala postura, un lugar de trabajo desordenado, el teléfono celular, etc.”, detalla la especialista. 


DISTRACTORES

¿Por qué cuesta concentrarse? Estamos en una época donde continuamente somos tentados a distraernos ante un contexto de tantos estímulos y la sensación de que todo tiene que suceder ahora mismo. Todo nos lleva a desconcentrarnos y a perder muy fácilmente el foco de lo que estamos haciendo. Y como explica la especialista, esto nos sucede en casi todo momento y en todos los ámbitos: cuando trabajamos, cuando hacemos las tareas del hogar, cuando estamos manteniendo una conversación con un amigo, mirando una serie, etc. En todas las áreas de nuestra vida estamos tentados a distraernos casi continuamente. Cuando aparece un distractor nuestra atención y recursos se focalizan en ese estímulo, dejando a un lado lo que estábamos haciendo

¿Cuáles son los factores que más nos dispersan hoy en día?Actualmente, los factores que más nos dispersan son los teléfonos celulares o los dispositivos electrónicos. Por lo general, nos encontramos trabajando o en una reunión y los dispositivos móviles siempre están al alcance de nuestra vista. Según las investigaciones más recientes, eso ya es suficiente para dispersarnos. No solo porque podría llegar alguna notificación, sino que el solo hecho de ver el celular nos dispara pensamientos que tienden a desconcentrarnos de lo que estamos haciendo y, en consecuencia, a disminuir nuestra productividad”, argumenta Dolmatzian.


ESTRATEGIAS PARA MANTENERNOS CONCENTRADOS Y SER PRODUCTIVOS

Como explica Dolmatzian, hay diversos factores que impactan en la concentración y la productividad como los estímulos externos e internos, el sueño, la alimentación y nuestras rutinas. Sin embargo, podemos llevar adelante estrategias que colaboren a sopesar esos factores. Algunas sugerencias…

  • Gestionar aquellos estímulos que nos distraen. Debemos saber cuáles son los factores que nos roban la atención, para darle una respuesta específica a cada uno. Por ejemplo, se recomienda sacar el teléfono celular del lugar de trabajo, o ponerlo en silencio o trabajar en ambientes limpios y ordenados, sin muchos estímulos o papeles alrededor que tienten a nuestra atención. Y si nuestros distractores son internos, como tareas futuras o preocupaciones, se sugiere anotarlas en un papel para luego ocuparnos efectivamente de eso. 
  • Estar atentos a otros factores que impactan en nuestra concentración y, en consecuencia, en nuestra productividad como el hambre, el sueño y la motivación. La sugerencia es realizar actividad física de manera regular, cuidar nuestra ingesta de alimentos y respetar nuestro sueño y descanso. También realizar actividades sociales y placenteras que nos aporten bienestar. “De esta manera, con una rutina equilibrada, será más sencillo motivarnos para realizar una tarea, y cuando estamos motivados somos más productivos”, argumenta. 
  • Trabajar por bloques de trabajo o bloques productivos. Debemos fijar un horario de comienzo, que se adecúe a nuestra rutina y no se superponga a otras tareas a realizar. Trabajar durante un período de tiempo prolongado, alternando con pausas activas, en las cuales podemos realizar alguna actividad que nos ayude a relajar para luego retomar con la actividad que estábamos haciendo previamente. “Podemos, por ejemplo, hacer bloques de trabajo de dos horas con una pausa de 5 a 10 minutos en el medio. De esta manera, logramos no agobiarnos y que las tareas a realizar nos resulten alcanzables y no nos abrumen. Es importante aclarar que durante el bloque de trabajo tenemos que dejar los distractores afuera”, explica Dolmatzian.
  • La importancia de la organización del espacio que destinamos a una actividad. Por ejemplo, si queremos trabajar en nuestra computadora en casa se recomienda tener un escritorio únicamente para eso con los materiales y dispositivos que vayamos a utilizar. En este caso, menos, es más. Lo mismo sucede si vamos a tener una videollamada. En este caso podríamos silenciar las notificaciones, cerrar las pestañas del navegador que no utilicemos, etc. Algo similar sucede con otras tareas como cocinar. Si estamos decididos a preparar las comidas de la semana, podemos organizar el espacio con los elementos que vayamos a utilizar y sacar aquellos que nos puedan distraer o hacer más lento el trabajo. En definitiva, se trata de tener un espacio específico para realizar la tarea, lo más libre de estímulos distractores posibles y en un lugar donde nos podamos sentir cómodos. Es decir, que cuente con la correcta iluminación y temperatura, silla y mesa de ser necesario, etc. 

Por último, la especialista aclara que ser productivos no solo depende de la capacidad de concentración y atención, sino que también de la manera que nos organizamos, tomamos decisiones y resolvemos situaciones. Es por eso por lo que se recomienda tomarse un momento para observar nuestra rutina y actividades pendientes, pensar en las tareas que debemos realizar y buscar una manera de organizarlas para llevarlas a cabo de manera efectiva. Por ejemplo, delegando algunas, automatizando otras o bien realizándolas en momentos que nos sea más funcionales. “Sugiero, en primer lugar, destinar unos minutos a elaborar una lista de tareas a realizar, ordenarlas en relación con la urgencia e importancia y pautar en qué momento podríamos hacer cada una. También, sería importante identificar en qué momento del día somos más productivos”, concluye.

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