Estrategias para animarse de dejar nuestra zona segura atrás.
¿Cómo dar esos primeros pasos? ¿Cómo empezar? “Creo que lo primero para empezar a animarnos es volver a hacernos las preguntas grandes con uno mismo ‘¿Qué me mueve?’ ‘¿Cuál es mi propósito?’ Esto nos confronta a la idea del tiempo que tenemos en la vida y a decidir qué queremos hacer con ese tiempo y con los dones recibidos, desarrollados y qué podemos aprender. Nos conecta con la sana ambición. También, poner la pregunta con otros puede llevar a conectar con la emoción del crecimiento, del aporte, del crear juntos. Debemos diseñar conversaciones que nos inviten a mirarnos y ser libres de elegir”, explica. Y agrega: “estar en una zona de confort en un momento elegido de la vida, no está mal en sí mismo. Pero instalarnos allí puede llevarnos a sentir cierta apatía y desgano en la vida. Si queremos emprender, necesitamos atrevernos. Y es con conversaciones que se generan las posibilidades”.
BENEFICIOS FUERA DE ZONA
Salir de la zona de confort y aventurarnos a lo nuevo y desconocido puede traernos muchos beneficios. Entre ellos la especialista enumera:
- El sentido de realización en la vida tiene que ver con alcanzar lo que definimos como nuestra misión. Nuestro propósito.
- Contagiar a otros, generar espacios de posibilidad para uno y muchos.
- Evaluar el peor escenario, prepararse para ello, así como el mejor nos dará las herramientas y estrategias que necesitamos tener en cuenta.
- Trabajar nuestros miedos y la autoconfianza.
- Aprender a pedir ayuda.
- Conocer gente nueva que tenga las características qué nos dan miedo.
- Abrirnos al aprendizaje y estar muy conectados en la acción a nuestro corazón.
¡Animate a salir de tu zona de confort! Pequeños pasos, construyen posibilidades.
¿POR QUÉ CUESTA?
A la mayoría de las personas nos puede costar salir de la zona de confort porque abrirse a lo nuevo genera ansiedad, por eso necesitamos poder estar abiertos a los errores y tolerar esa frustración. “Iniciar el camino del aprender o emprender nos pide salir y aventurarnos a lo nuevo. Enfrentar los miedos, abrirnos a nuevas posibilidades. En toda curva de aprendizaje hay un momento en que nos sentimos perdidos o que sentimos que vamos más lento”, concluye