En el marco del Día Mundial de la Salud, claves para entender la salud más allá del COVID.
La pandemia de COVID-19 nos ha parado en otro lugar. Nos ha llevado a un cambio de paradigma, a cuestionarnos e interpelarnos. En un año de pandemia –la primera que han atravesado la gran mayoría de las personas– nos hemos cuestionado el concepto de saludable, y para muchos estar saludables fue mantenerse vivos. ¿Pero qué es la salud? La Real Academia Española (RAE) da como primera acepción “Estado en que el ser orgánico ejerce normalmente todas sus funciones”. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como el estado de perfecto (completo) bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de enfermedad. Pero el 2020 vivimos algo diferente e inesperado y ese bienestar perfecto y completo no fue posible. Pudimos, muchos, quizás no tener enfermedad, pero la gran mayoría no estuvimos 100% saludables.
¿Qué pasó con la salud más allá del coronavirus? Según explica el Dr. Gabriel Avello, médico del staff de Experta Seguros, ese año atravesamos una situación que puso a prueba nuestro poder de adaptación. Y la salud, más allá del COVID, sufrió una injuria mayor al estar sometida al estrés, miedos, incertidumbre y una depresión producto del confinamiento. Este cambio de paradigma nos produjo un quiebre que, a gracias al poder de la resiliencia, nos permitirá valorar las cosas que realmente tienen sentido en la vida como, por ejemplo, los afectos.
Pero debemos y tenemos que seguir manteniéndonos saludables. Sentirnos bien en cuerpo mente y espíritu. Sin salud no hay nada. Y con salud todo es posible. Hay que buscar una salud integral. “Tratar de mantener en eje nuestra psiquis, realizar educación física, llevar una alimentación equilibrada y potenciar los vínculos, son claves para lograrlo. Para construir nuestra salud día tras día es preciso que tomemos conciencia que somos finitos y que la prevención es un pilar fundamental para mantenernos saludables”, asegura Avello.
Los invitamos a buscar su estado saludable, cuidarse, realizarse los chequeos preventivos correspondientes, llevar una alimentación saludable, realizar actividad física, meditar… ¡En definitiva, sumar buenas prácticas que hagan bien!