Cómo implementar branding en los emprendimientos o pymes que recién comienzan. Claves y estrategias.
CÓMO EMPEZAR
“Mi recomendación siempre es invertir desde un inicio en el desarrollo profesional de la imagen corporativa, porque ese es el primer paso para todo lo que vendrá luego: tarjetas personales, vidriera si tienen un local, cartelería, redes sociales, página web, firma de mail, ploteo de flota y hasta un cartel en la autopista más transitada. Siempre invito pensar a futuro para que vean la importancia de invertir desde el inicio y cómo esta inversión les hará ahorrar dinero y muchos dolores de cabeza”, detalla Ipata para comenzar a entender el proceso.
Luego será el profesional que se encargue del proceso de construcción de marca quien irá asesorando al cliente para validar su idea y nutrirla con su profesionalismo y expertiz. Según explica Ipata lo ideal es sentarse junto al responsable del emprendimiento o pyme e indagar qué quiere reflejar con la imagen que representará su empresa, consultar si ya está utilizando estándares gráficos que desea mantener, en qué consiste el proyecto, qué cualidad o atributos identifican a la marca, a qué público se dirigen, y mucho más. Con esa información de base se empieza a armar el manual de marca. Una vez listo, se continúa con la aplicación de ese manual al cual toda la organización deberá acoplarse y respetarlo.
BRANDING EFECTIVO
Lo primero que hay que tener en claro es que el branding significa inversión y con inversión no nos referimos solo a dinero sino también al tiempo que le dedique el emprendedor a este tema. Tiempo y compromiso de su parte para poder transmitir la idea que tiene en mente. Es que solo con una idea clara de la visión de la empresa, ésta se podrá reflejar en todo lo que se comunique. Y en este punto hay que incorporar el plan de negocios el cual incluye a la comunicación. “El plan de negocios pasa a ser nuestra guía, nuestro faro en la construcción del branding. Es importante informarse, cuidar los detalles, trabajar en equipo, establecer alianzas y planificar”, explica la especialista. Y también agrega que en la búsqueda de un branding que resulte hay que crear e innovar y evitar copiarse en un mercado cada vez más competitivo. Debemos ser auténticos y coherentes en lo que queremos comunicar con nuestra marca. “Y también debemos ser flexibles, estar atentos a los cambios y a lo que la sociedad demanda. Una marca nunca debe ser estática y tiene que acompañar la cultura en la que está inserta. Y, por último, nuestra marca debe tener valor. Valor real (el que le queremos dar) y el valor percibido por el otro”, argumenta Ipata.
Hoy el branding es un proceso 360 que se plasma en todo, absolutamente toda la organización, tanto en lo tangible como en lo intangible e incluso en lo aspiracional. “La marca es uno de los activos más importantes de nuestra empresa; para bien o para mal la marca comunica todo sobre nuestra empresa. Por eso su construcción debe ser diaria, apuntalándola para que no se desmorone. Con la vorágine e instantaneidad de las redes sociales y el acceso a la información de nuestros clientes y proveedores, sino apuntalamos la construcción desde la creación y mantenemos una comunicación coherente de nuestra empresa, profesional y sostenida en el tiempo, se hace difícil obtener beneficios del branding”, concluye la profesional.