DESCONECTAR PARA RECONECTAR

LA PAUSA

Qué linda resulta la pausa y poder “desenchufarse”; cambiar el chip del año. Sin embargo, aunque todos esperamos ese momento de pausa, en ocasiones, nos cuesta bastante esa desconexión. Seguimos pensando en las obligaciones, temas que no resolvimos, preocupaciones laborales, etc. “No todos logran desconectar en las vacaciones. Cuesta poder separar la vida cotidiana o laboral estando en las vacaciones. Hay personas que siguen atrapados a la rutina que establecieron, sin poder conectar con el momento de ocio donde no hay horarios preestablecidos y se tiene la libertad de hacer lo que uno desea. El descanso es importante para la mente y es necesario ese momento de impasse para evitar llegar al estrés. Las vacaciones no solo son viajar, se trata también dejar de hacer lo que se hace siempre para hacer algo distinto. Es romper con la estructura que tenemos durante el año. Es fundamental que la energía mental no solo esté puesta en las mismas cosas de todos los días, tiene que poder dirigirse a otras situaciones para evitar el cansancio mental”, explica Maiuro.

Al regreso de las vacaciones, si se pudo alcanzar el descanso mental esperado y anhelado, se conecta con la rutina y las obligaciones con más energía, ganas y optimismo. Como explica Maiuro, luego de tomarse ese tiempo, la mente al estar más relajada y haberse desconectado de lo que hacemos de costumbre, facilita la reconexión con la vuelta a la rutina. Es como hacer una renovación mental: es estar libre y despejado para el armado de proyectos porque la energía mental –al haber estado dedicada a otras situaciones– está en mejores condiciones para un nuevo inicio, un nuevo ciclo.

PASOS PARA LOGRARLO

¿Qué pasos son importantes para prepararnos para la desconexión y la conexión a la vuelta a la rutina? “Es difícil plantear pasos genéricos para desconectar y conectarse a la vuelta. Cada uno va construyendo sus propios pasos y no siempre son los mismos, incluso pueden variar de un año a otro porque también forma parte del crecimiento de cada persona. Hay personas que se desenchufan enseguida y a otras que les cuesta más. Al retornar, hay personas que vuelven casi con las valijas al trabajo y otras necesitan acomodar la mente, acomodarse a la realidad unos días antes. Creo que lo más importante es acordar con quien cada persona se tome las vacaciones para que esos pasos sean compartidos y así evitar conflictos”, asegura la especialista.

Otra pregunta que resuena suele ser si descansar y desconectarse es no hacer nada. Aquí la especialista es enfática en su respuesta y asegura que descansar y desconectar no tienen que ver no con el hecho de no hacer nada, porque no hacer nada es casi imposible ya que siempre se hace algo. “En definitiva, empezamos otro año pensando en todo lo que se hará, en renovar la ilusión de lo que vendrá y, porque no, pensar en las próximas vacaciones”, concluye.