Disfrutalo sin que impacte en tu bienestar.
LA LUZ SOLAR: UN FACTOR CLAVE
En el invierno con la menor exposición a la luz solar el ciclo de sueño y vigilia cambia. Las personas fuimos diseñadas para dormir de noche con la oscuridad y estar despiertos de día con la presencia de luz. Esto puede explicar porque en invierno tenemos ganas de dormir más: la hormona melatonina se segrega con oscuridad y nos lleva a dormir. Mientras que, la serotonina, conocida como la ‘amiga’ de la felicidad, aumenta cuando nos exponemos al sol. Así a mayor exposición a la luz solar contamos con más energía y nos despertamos ni bien suena el despertador.
BUENAS PRÁCTICAS
Para disfrutar del invierno –como primer punto– tenemos que conservar nuestros hábitos y rutinas. Mantener nuestras horas habituales de descanso, seguir con la rutina de ejercicio y evitar comer de más. Este último punto es importante: durante los meses fríos nuestro cuerpo nos pide comida más calórica. Es clave regular la alimentación y mantener los hábitos para no generar un sobrepeso que nos impacte también física y emocionalmente.
Por otro lado, exponernos al sol para sintetizar la vitamina D un componente esencial para la buena salud del organismo. Tres veces a la semana con una exposición de 10 a 15 minutos bastan para alcanzar los niveles necesarios. Por eso, en cada momento que el invierno nos regale días de sol, hay que aprovecharlos. Además, como dijimos más arriba, con la exposición al sol generamos buena energía.
MITAD DE AÑO
También es cierto que para el hemisferio sur el invierno es la mitad del año escolar y laboral. El cansancio y el trajín del año se sienten y dejan su huella. En este sentido, es importante tomarnos nuestros espacios de ocio y recreación. Hacer actividades que nos generen disfrute y placer, para nivelar a su vez la energía. Media hora al día en exclusiva para nosotros marcan la diferencia.
Y, por último, poner siempre buena onda. Pensemos en los países nórdicos donde el frío y los días grises son moneda corriente. Allí las personas disfrutan de las jornadas más adversas en el hogar y hacen culto de ello. Actividades de ocio en casa. Una buena manta, una taza de té y una serie pueden ser un muy buen plan.