Todo lo que podemos aprender del conjunto albiceleste.
EL LÍDER DESDE AFUERA
Por supuesto que se habla muchísimo de Messi y su rol de liderazgo –que ya lo abordaremos más adelante–, pero primero le toca el turno al líder del banco de suplentes. El técnico de la selección Leonel Scaloni (vaya paradoja o guiño del destino que los 2 líderes máximos se llaman Leonel), es sin duda alguien para copiar e imitar. Un liderazgo que suma, que potencia y que se construyó más allá de su propio rol, poniendo el foco en la unión del grupo como bastión absoluto.
Un líder que en un comienzo fue resistido “por su falta de experiencia”, pero que fue el único que dijo “sí” cuando todos los líderes de renombre dijeron “no”. Ese líder que habló con resultados: 57 partidos dirigidos, 37 ganados, 15 empatados y solo 5 perdidos. 113 goles a favor y 35 en contra. Tres títulos (copa América 2021, Finalissima 2022 y Campeón del Mundo 2022). Además, ostenta la mayor racha invicta de la historia de la selección albiceleste con 36 partidos sin perder. ¿Algo más? Le dio oportunidades a un equipo joven y con ganas. De los 26 convocados que jugaron la copa en Qatar 2022, 19 eran debutantes en copas del mundo.
Apostó al equipo con un líder claro dentro del campo, pero con la convicción de que solo un equipo compacto y unido (#TodosJuntos fue su frase de gloria) podría lograr el objetivo. Y claro, también formó equipo con y para él: un cuerpo técnico con profesionales respetados, pero también amigos que sostenían, apoyaban y marcaban las cosas cuando era necesario. Un equipo humano que en todo momento no tuvo pruritos en mostrar sus emociones y ser parte de esta alegría colectiva. Un líder empático. Scaloni supo sacar lo mejor de cada uno, dentro y fuera de la cancha. Y eso no es una cuestión de experiencia, sino de valores sólidos, respeto y libertad. Y si algo le faltara, construyó un nombre propio: LA SCALONETA.
EL LÍDER DEL EQUIPO
Llegó el turno de hablar del10: Leonel Messi, líder y referente indiscutido para el equipo. Líder innato, no impuesto. Líder por su talento innegable, pero también por trabajo, dedicación, respeto y por la unión que fomentó en el grupo. Líder que supo reponerse a las críticas, no enojarse ni tampoco darse por vencido. Líder que tenía en claro un objetivo y luchó incansablemente por esa meta. Un líder que hizo lucir al equipo, porque sabe que solo los grandes equipos marcan la diferencia. Un líder humilde que nunca perdió el rumbo. Ni el éxito ni la fama “comieron” su esencia. Un capitán con todas las letras que hizo mejor a sus pares, muchos de ellos niños tan solo un tiempo atrás. Que supo bajar un mensaje claro a todos lo que lo acompañaron. Que nunca le ganó la soberbia y que destacó cada logró de todos los miembros del equipo. Que siempre tuvo gestos para todos, porque ser líder es también tener gestos. Leonel Messi tuvo un liderazgo tan magnético que incluso aquellos que no gustan del fútbol se apasionaron tanto que siguieron el mundial partido a partido. Alguien que apostó al trabajo, el sacrificio y el ejemplo desde muy chico.
Un líder espejo que replicó su esencia en cada uno de sus 25 compañeros. Un líder que celebró más los triunfos del resto que los propios. Un líder que alentó bancó y apuntaló a aquellos que no se lucieron tanto “como se esperaba” en el mundial, pero que fueron parte fundamental para llegar a la competencia.
Sin lugar a duda, el liderazgo de Messi nos dejó muchas enseñanzas y aprendizajes para volcar en todos los ámbitos y, por supuesto, en los equipos de trabajo. Solo todos juntos podemos conseguir los objetivos. Nadie magnánimo puede salvarnos. La selección Argentina fue una construcción conjunta, fue unión y fusión. FUE MUCHO MÁS QUE UNO, FUE EQUIPO DEL BUENO.
EL MOMENTO ES HOY
Sí, hoy es nuestra oportunidad de tomar todo lo que la selección nos enseñó. Corrernos del ego, ser equipo colaborativo y asumir liderazgos inspiradores. Aprendamos del mejor: solo consiguió lo que tanto deseaba trabajando duro y formando equipo. #TodosJuntos es la única forma de alcanzar los objetivos ayer, hoy y siempre.