Cómo destacarnos y ser referentes en lo nuestro
Para la profesional ser disruptivos es animarnos a recorrer la milla extra buscando nuevas formas de entender nuestro trabajo o de repensar nuestro negocio para darle un nuevo significado a nuestro hacer. Y claro está que la tecnología es un enorme aliado, pero no es el único. “Debemos preguntarnos de manera frecuente a quién le estamos entregando valor, por qué hacemos lo que hacemos y qué podemos hacer diferente para siempre ser relevantes para nuestros clientes. Esto es un buen punto de partida para desatar oportunidades de disrupción”, argumenta.
UNA ÉPOCA QUE LO REQUIERE
Para Gauto Acosta en un mundo cambiante y altamente competitivo, como el de hoy, tenemos que estar preparados para desaprender y aprender en ciclos cortos. Y el gran desafío es no osificarnos, sino estar atentos a las señales de cambio para poder activamente adaptar lo que hacemos a nuevas necesidades y oportunidades emergentes. Esto es un enorme reto, ya que nos obliga a desafiar la comodidad de lo conocido para innovar una y otra vez; una tarea no sencilla.
DISRUPCIÓN E INNOVACIÓN: DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA
¿Para ser disruptivos siempre hay que innovar? “Disrupción e innovación están conectadas, son partes de la misma intención, la de hacer algo diferente y novedoso. Innovar es un concepto que suele tener algo de glamour, ya que en general cuando hablamos de innovación se tiende que pensar en diversión y creatividad, pero la realidad es que la innovación puede ser muy agotadora e incómoda. La innovación es un trabajo duro, tanto emocional como intelectualmente. La innovación no es un acto solitario, sino la combinación de las ideas de múltiples personas; es genio colectivo y requiere líderes que creen las condiciones para que pueda suceder”.
SEGURIDAD PSICOLÓGICA
Como dijimos antes, la innovación es genio colectivo. Es equipo. Y para que nuestros equipos estén mejor preparados para este momento que nos toca vivir, Gauto Acosta asegura que tenemos que desarrollar entornos de seguridad psicológica. Este concepto es la base de los equipos de alto rendimiento. ¿Por qué? Porque se entiende al equipo como un espacio seguro en el que cada integrante siente que puede exponer sus ideas, emociones, puntos de vista alternativos y traer nuevas preguntas y todo esto es lo que necesitamos para abordar los desafíos de un entorno altamente incierto. Sin seguridad psicológica la innovación y la disrupción no suceden. ¿Por qué? Nadie va a querer exponerse en un espacio en el que sienta temor y, por consiguiente, no van a surgir nuevas ideas. Crear seguridad psicológica requiere tiempo, paciencia, conversaciones poderosas y una serie de prácticas intencionadas que nos ayuden a crear las condiciones para que se pueda liberar la inteligencia colectiva. “Una vez que tenemos esta confianza construida podemos apoyarnos en las metodologías ágiles para que le den al equipo un marco de trabajo que tiene como base la inspección y adaptación. Y atención a un detalle clave: metodología sin confianza nunca alcanza, la confianza es el ingrediente que no nos puede faltar si queremos prosperar en entornos complejos”, explica.
CLAVES PARA INNOVAR
Para innovar debemos tener la voluntad y la capacidad combinadas. Como explica la especialista, voluntad significa tener un propósito compartido, valores y reglas de compromiso para que la colaboración suceda. Mientras que la capacidad requiere de 3 partes:
- Conflicto creativo. Dar discusiones intensas por ideas.
- Agilidad creativa. Para realizar rápidamente múltiples experimentos, aprender de los resultados y luego ajustar los planes.
- Resolución creativa. Para combinar ideas que compongan la mejor solución.
¿Por dónde empezar? Gauto Acosta sugiere ponernos en modo indagación; atrevernos a hacer nuevas preguntas que den marco al desafío que queremos abordar. Innovar y ser creativos depende de que podamos lidiar con preguntas desafiantes que puedan disparar la imaginación. “El camino creativo es un viaje de indagación que comienza con “¿Por qué?” o “¿Y sí?“; otra buena opción es buscar problemas como punto de partida”, concluye.