Conocé de qué se tratan y por qué son importantes.
Proverbio Sioux
La empatía es un término tan arraigado hoy en día, que incluso los mismos niños saben de qué hablamos cuando lo mencionamos. Y por suerte ya nadie desconoce que para gestionar nuestras relaciones es fundamental desarrollarla: hay que saber qué piensan los otros, intuir lo que sienten y demostrar interés cuando acuden a nosotros. ¿Qué es la empatía? Ser empáticos significa “ponerse en los zapatos de otros” identificarse y poder comprender y compartir sus sentimientos: no solo lo que nos dice sino todo el bagaje emocional que tiene su vivencia.
La escucha empática y a conciencia, mirar a los ojos, fomentar espacios de diálogo, generar encuentros, entre otras acciones, favorecen su desarrollo. En este mundo que nos toca transitar, vivir sin empatía es muy complejo. La empatía es el fundamento de las relaciones interpersonales. Por algo, es una de las capacidades más valoradas a la hora de buscar un empleo.
UN MUNDO EMOCIONAL POR DESCUBRIR
Daniel Goleman, el reconocido psicólogo americano autor del Bestseller “Inteligencia Emocional” –quien popularizo dicho concepto en todo el mundo– toma a la conciencia social y a la empatía como dos de los componentes claves de la inteligencia emocional. Con su investigación ahondó más en el tema y describió distintos tipos de empatía. Según Goleman podemos tener estos 3 tipos de empatía…
- EMPATÍA COGNITIVA. Implica ponerse en el lugar de la otra persona y así ver cómo piensa para comunicarnos de manera efectiva. Esta empatía nos permite ver el estado interior de la otra persona, es decir, contemplar el mundo desde el marco de su ventana.
- EMPATÍA EMOCIONAL. Acá se da una conexión instantánea: podemos sentir lo que el otro siente. En definitiva, experimentamos en nuestro propio cuerpo el eco de las emociones del otro. Algo muy desarrollado en los bebés, por ejemplo, que lloran cuando escuchan llorar a otro bebé. Este tipo de empatía dirige la conversación al mejor destino.
- PREOCUPACIÓN O SOLIDARIDAD EMPÁTICA (Goleman la llama empathic concern). Es el nivel máximo de empatía. Implica preocuparse por lo que piensa y siente el otro, pero a su vez hacer algo para mejorarlo. En resumen, es la verdadera virtud social de la empatía: está en beneficio de quienes nos rodean. Es muy valorada en los trabajos.
Según el propio Goleman, nuestro sistema nervioso está diseñado para experimentar la alegría o la tristeza de otras personas y por eso decimos que esta habilidad puede desarrollarse. Es algo presente que vamos dejando olvidado a medida que crecemos. No quedan dudas entonces que debemos potenciarla y trabajarla.