CORAZÓN SANO

Nuestro motor, nuestra caja de emociones, un órgano vital. ¿Cuidamos a nuestro corazón como se lo merece? Los altos índices de enfermedades cardiovasculares (ECV) en todo el mundo nos confirman que no hacemos suficiente. Según explica el Dr. César Berenstein, cardiólogo universitario (MN 86711), vicepresidente 2° de la Sociedad Argentina de Cardiología año 2019 y miembro del grupo de prevención cardiovascular de la Fundación Cardiológica Argentina, el corazón no puede tomarse un respiro ya que está permanentemente funcionando durante toda nuestra vida y cumple la función vital de llevar nutrientes y oxígeno a todos los órganos, hacer que la sangre circule y después pueda pasar también por los riñones para que elimine los desechos que harían mal a la salud. Sin duda alguna, tenemos que empezar a mimarlo más y usarlo para ser cada día más felices. Es la primera y última señal de vida. Y una de las pocas cosas con el potencial de unirnos a todos como personas.

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HÁBITOS SANOS PARA EL CORAZÓN

Lo bueno es que podemos hacer muchas cosas para cambiar esta realidad. No es novedad que la evolución propia del hombre y la vida moderna (comida chatarra, disponibilidad de alimentos 24/7, sedentarismo, exceso de pantallas y mínimo ejercicio) tuvieron y tienen su impacto en la salud que se traduce en más obesidad, colesterol elevado, estrés, etc. En definitiva, en más riesgo de desarrollar ECV. ¿Qué podemos hacer para mitigar este impacto? Mejorar nuestros hábitos. “Por un lado, ya sabemos los efectos beneficiosos que tiene realizar actividad física: se recomienda superar los 150 minutos semanales en el menos 3 a 5 estímulos a la semana. Segundo, mejorar nuestra alimentación optando por porciones racionales, es decir, comer lo que nuestro cuerpo necesita. Tratar también de incorporar frutas y verduras; bajar el consumo de grasas, frituras, azúcares refinados y sal”, explica Berenstein. Y suma que hay que disminuir el consumo de alcohol. “La Federación Mundial del Corazón llama a reducir el consumo de alcohol incluso por debajo de los niveles algunas veces sugeridos”. Y, por supuesto, el especialista enfatiza que no hay nivel de tabaquismo seguro. No hay que fumar y tenemos que evitar la exposición pasiva al tabaco (lo que se conoce como ser fumador pasivo).

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CORAZÓN Y GÉNERO

¿Cómo es la relación del corazón con el género? ¿Los hombres tienen más enfermedades cardiovasculares que las mujeres? ¿Cuáles son los síntomas y la incidencia en cada caso?

Aunque se piense lo contrario las ECV son la primera causa de muerte tanto en hombres como en mujeres; incluso en el caso femenino por arriba de los cánceres ginecológicos. ¿Y por qué muchas veces se cree lo contrario? “Lo que puede pasar es que, a veces, se subestima porque aparece un poco más tarde en la vida con respecto al hombre. La mujer tiene la enfermedad cardiovascular varios años después porque se cree que los estrógenos que tienen antes de la menopausia generan cierta protección. Después de la menopausia eso se pierde y empieza a aparecer la enfermedad cardiovascular” argumenta el especialista. En los varones se presenta la ECV, con mayor incidencia, a partir de los 40/45 años y en las mujeres, 10 años más tarde.

Otro factor que puede incidir en la detección más tardía de la ECV en las mujeres es que en ocasiones se manifiesta en forma más solapada o diferente a lo que estamos acostumbrados. “Son diferentes los síntomas y eso hace, por un lado, que la mujer tarde más en consultar y que la atención se le brinde algo más tarde. Se tiende a subestimar el cuadro en la mujer y, además, cuando se internan se ponen a su disposición menos recursos terapéuticos que con el hombre. Eso está estudiado y es así. Por eso, el pedido que hacemos es que la mujer no tarde en consultar si tiene un síntoma que le llama la atención, que sea atendida rápidamente y que se le brinde todo lo que hay al alcance para mejorar el cuadro”, argumenta el profesional.
¿Cuáles son esos síntomas no tan característicos? A veces se puede empezar con falta de aire, falta de fuerza, sensación nauseosa y síntomas gastrointestinales. También puede haber mareos. Mientras que en el caso del hombre está más asociado a los dolores de pecho. “No significa que la mujer no pueda tener un dolor de pecho más o menos característico. Sin embargo, lo que se vio es que son más frecuentes los síntomas que nosotros llamamos inespecíficos. Es decir, que no nos orientan a pensar tan rápidamente que tienen un problema en el corazón”, explica.

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EMOCIONES Y CORAZÓN

Somos seres emocionales. Sufrimos, nos estresamos, nos angustiamos. Y claro, nuestras emociones se manifiestan y el corazón no queda indemne. “El estrés emocional tiene una relación directa con respecto al corazón. Lo que se ha visto muy frecuentemente es que muchas de las emociones sirven como desencadenantes. Cuando uno ve a una persona que ingresa para ser asistida y tiene factores de riesgo (diabetes, tabaquismo, colesterol, etc.) se suele encontrar (en un número alto) al momento de ser interrogada sobre su vida personal que en los últimos meses estuvo atravesando una situación emocional.  Por ejemplo, está elaborando un duelo, con estrés laboral o familiar. Es muy característico identificar que hay un componente emocional en la persona ingresada. La cabeza manda y el corazón, un poco, obedece cuando las cosas están mal”, explica.