Por qué es clave para el éxito de la empresa
BIENESTAR PERSONAL COMO PILAR
Según explica la especialista es importante desarrollar el bienestar en las empresas porque ni más ni memos las personas y con ellas sus habilidades y recursos son el principal capital con el que cuenta una organización. Cuidar la salud de su mente, desarrollar sus habilidades y potenciar las existentes, es entendido hoy como la única forma de pensar un futuro sostenible. Además de cuidar su mayor capital, el bienestar de las personas que trabajan en una organización contribuye a la productividad de las empresas, disminuye la rotación laboral y el ausentismo y fomenta el sentirse parte de una organización. Y aclara que si bien, a simple vista, puede pensarse que este tipo de programas está reservado solo para grandes corporaciones y empresas, lo cierto es que cuidar el mejor y mayor recurso que tiene una organización, que son los recursos mentales y afectivos de sus colaboradores, es fundamental para cualquier tipo de organización. “Entre otras cosas, la pandemia dejó en evidencia que más allá de la formación teórica o la experiencia en un puesto o un cargo, otras habilidades como el manejo del estrés, la regulación emocional, el cuidado de la de la salud de la mente, y las capacidades de adaptación y aprendizaje son fundamentales en la productividad de un colaborador y el de las empresas”, argumenta.
EL MUNDO LABORAL
Si queremos llevar estos programas de bienestar corporativo a nuestras organizaciones, es importante que el diseño de los contenidos e implementación de estos programas estén basados en la evidencia y en un análisis particular de la población a alcanzar, incluyendo factores de importancia como el género, la edad y otras variables importantes en la salud de la mente. Después de todo, la ciencia cobra real sentido cuando genera intervenciones que puedan mejorar las vidas de las personas y las comunidades y en este caso, de las organizaciones. “La ciencia viene hace muchísimos años estudiando cómo funciona el bienestar de las personas. En este sentido, se sabe que hay tres grandes pilares de trabajo: lo vinculado al bienestar físico, al bienestar de la mente y al propósito y la conectividad con los demás. Es así como resulta importante encontrar programas de bienestar que tengan validez y rigurosidad científica, donde las intervenciones que se realicen tengan eficacia probada en mejorar el desarrollo del bienestar en los individuos y las organizaciones”, argumenta Roca.
¿Cómo integrar cuerpo, mente y emoción en el ámbito laboral? Nuestro bienestar físico afecta nuestras emociones y nuestra salud mental y también viceversa. Por eso, es muy importante entender que los programas que se apliquen en el marco laboral velen por engranar estos tres componentes en sí mismos, integradamente. Como explica Roca, en el ámbito de las empresas, la forma de integrar estos factores es a través de programas que actúan sobre las variables que se sabe impactan en el bienestar de las personas. Por ejemplo, desde el lado físico se trabaja en los ejes de alimentación, descanso y ejercicio físico, entre otros. En cuanto a la mente, el trabajo se centra en todo lo que tenga que ver con la regulación de las emociones, el manejo del estrés, el manejo del propio tiempo, la capacidad de tomar decisiones o de focalizarse en una tarea y no en otra. Para el tercer aspecto, que generalmente se lo nombra emoción, la especialista prefiere vincularlo a la conectividad y relaciones con los demás. Es decir, mantenernos conectados con los demás y encontrar en aquello que hacemos un propósito. “Según nuestro punto de vista, la forma de integrar esto en el ámbito de la empresa es generar programas que partan de la evaluación de estas variables que se sabe impactan en el bienestar dándonos un mapa de cada persona en particular, pero también de la organización para poder generar intervenciones basadas en la evidencia”, argumenta.
Por último, la especialista aclara que puede ser común pensar desde un punto de vista organizacional que, a mayor paga y propuestas de beneficios, se aumentaría el bienestar. Pero los datos parecen indicar que la realidad es un poco más compleja y que, una vez cubiertas las necesidades económicas básicas, los ingresos no parecen correlacionarse demasiado con la percepción del propio bienestar. Así, la oportunidad de crecimiento dentro de la organización, de poner a prueba nuestras habilidades, de tomar nuestras propias decisiones y el simple hecho de sentirnos parte de una organización valorada, son algunos de los factores que contribuyen al bienestar de las personas que trabajan en una organización. Otras conductas que pueden potenciarlo son, por ejemplo, la disposición al optimismo y a tener expectativas positivas de las cosas, junto con el ejercicio físico y los hábitos saludables. Igual de importante son los vínculos: las relaciones significativas son un amplio dador de bienestar. Mejorar la calidad de vida y compartir con otros aquellas actividades que promueven la salud, contribuye a desarrollar el potencial personal y el bienestar físico, mental y social de los colaboradores de una organización. Por otra parte, los problemas en la salud de la mente son también frecuentes y deben ser tenidos en cuenta al momento de fomentar el bienestar en el trabajo. “Es de fundamental importancia que las organizaciones tomen conciencia de la importancia de la salud mental de sus colaboradores. Esto debe hacerse promoviendo ambientes de trabajo saludables, hábitos que protejan la salud de la mente, estrategias de manejo del estrés, formación en el tema a líderes y recursos humanos y la identificación de cuadros relevantes con herramientas adecuadas”, concluye.
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