Un método de entrenamiento que cuida el cuerpo.
Si bien su inicio está casi planteado como una rehabilitación hoy su uso va mucho más allá de lo terapéutico. Es una actividad de entrenamiento para cualquier persona y así lo trabajan la mayoría de los estudios de pilates.
BENEFICIOS DE PILATES
Para la especialista el gran diferencial de esta técnica con otras actividades es que entrena el cuerpo cuidándolo. Se pueden evitar muchas lesiones trabajando bien en pilates. “Además de los clásicos beneficios que nos trae realizar cualquier actividad física, pilates trabaja mucho en corregir la alineación, ayuda a mejorar la elongación, la flexibilidad, la respiración y la circulación”, explica.
Y claro también puede usarse en rehabilitación de lesiones. “Como kinesióloga yo lo uso un montón como algo dentro de la kinesiología que se llama kinefilaxia que es la prevención de lesiones. ¿Por qué? Porque pilates es un método de entrenamiento físico súper cuidado y ordenado –que si se realiza bajo una supervisión adecuada y es bien ejecutado– es imposible lesionarse. Para prevenir lesiones es importante tener un cuerpo saludable, ordenado, fuerte y flexible, y todo eso se logra con pilates”, argumenta Arce.
CÓMO, CUÁNDO Y QUIÉNES
Pilates hoy se trabaja mayoritariamente asistido por aparatos (también existe pilates mat, sin aparatos) que asisten en la alineación y brindan los apoyos adecuados y mayor o menor resistencia durante el ejercicio. “A veces está la fantasía que uno se acuesta en el pilates reformer (la cama de pilates donde se realizan los ejercicios) y este se mueve solo. Esto no es así: cada alumno tiene que moverlo con la fuerza de sus músculos. Pilates puede ser una clase muy tranquila para una persona que es principiante, sedentaria o que tiene alguna lesión; o, por el contrario, puede ser muy desafiante y exigente a nivel físico para una persona que ya está bien entrenada” argumenta.
La pueden practicar todas las personas, siempre y cuando sea bajo una supervisión de un profesor de pilates que sepa adaptar este método a la situación particular de cada persona. Cada clase dura entre 45 minutos y 1 hora y se recomienda un mínimo de 2 veces por semana, pudiéndose realizar hasta 4 sesiones semanales.
Para finalizar, Arce asegura que pilates es un espacio tranquilo donde conectarse con la respiración y el cuerpo y trabajarlo de forma ordenada.