CÓMO ORGANIZAR LOS TIEMPOS EN CASA

Llevamos mucho tiempo en casa y durante este lapso de aislamiento social obligatorio las nociones de tiempo y espacio, tal como las veníamos viviendo, han cambiado. Los días parecen todos iguales, se pierde la noción de hace cuanto comenzó todo esto y se hace incierta la referencia del futuro a corto plazo. Según explica la licenciada Victoria Álvarez, docente y coordinadora del departamento de Niñez y Orientación a Padres de la Institución Fernando Ulloa, se ha perdido la función de corte producido por el “ir y venir” al trabajo, a la escuela, a las diferentes actividades. Y se suma que, así como los dispositivos tecnológicos nos permiten sostener los lazos y la actividad laboral, también se convierten en una fuente de demandas constantes: videollamadas de trabajo o de reuniones familiares y sociales, la tarea de los chicos desde diferentes aplicaciones, mensajes de los distintos grupos y contactos.

¿Cómo frenar? ¿Cómo poder demarcar los distintos tiempos y espacios para cada cosa? ¿Cómo encontrar el tiempo de ocio? “En líneas generales, hay que ubicar la importancia de poder hacer uso de límites para llevar adelante todo esto de la mejor manera. En psicoanálisis, cuando hablamos de límites, sobre todo en el trabajo con niños, no nos referimos al simple hecho de decir que “no”. Hay que entender el límite como aquello que arma un borde entre una cosa y otra. Además, entender que el “no” está en función del “sí”, y viceversa. Si a algo le decimos que no, es porque a otras cosas le decimos que sí. No todo es posible, ni es cuestión de andar diciendo a todo que no caprichosamente.”, explica la profesional.

Ante esta situación que estamos viviendo establecer límites es poder diferenciar, por ejemplo, cuando se está trabajando y cuándo no. “A algunas personas les resultará mejor ponerse horarios bien estipulados, para otras será necesario cierto forzamiento activo para lograrlo. Es útil, en la medida de lo posible, usar diferentes espacios de la casa para cada cosa. Y si no hay espacios diferentes, evitar dejar a la vista los elementos de trabajo, ya que esto predispone a pasar a otra escena”, detalla Álvarez.

Por otro lado, la especialista sostiene que es imprescindible sostener pequeños momentos y espacios de intimidad, a la vez que hay que permitírselos a los otros. Esto puede llevarse a cabo usando algún espacio de la casa con exclusividad durante un rato, aprovechando los momentos del baño y el aseo personal. Y muchas veces será necesario pedirlo o decirlo explícitamente al otro.

Y, por último, la profesional explica que, si la cuarentena se está pasando en solitario, un gran recurso es sostener los lazos recurriendo a la virtualidad, respetando las ganas cada vez y los modos que mejor les sienten para hacerlo. Y también es posible encontrarse con otros o con un afuera en recursos como un libro, una película, la jardinería o cualquier otro espacio de disfrute.