La resiliencia una cualidad fundamental para desarrollar en estos tiempos.
Pero hay cualidades que sí tenemos todas las personas y no son una mera ilusión. ¿Qué cosas? Recursos y capacidades internos para potenciar en situaciones difíciles y hasta extremas como la emergencia sanitaria que estamos viviendo por la pandemia. “Es importante identificar cuáles son esos recursos. La resiliencia como capacidad humana para afrontar la adversidad y salir fortalecido a raíz de ella, es una cualidad fundamental para trabajar en estos momentos. Tiene dos componentes: nuestra capacidad de resistir y la posibilidad de desarrollar conductas positivas para que cuando termine la emergencia podamos sentir que hemos crecido, que nos hemos desarrollado. Podemos potenciar la resiliencia a través de los hábitos saludables, los vínculos positivos, el optimismo y el aumento de emociones positivas como la alegría, el sentido del humor”, argumenta Casey. Para desarrollar esta cualidad la especialista explica que es importante no sobre exigirse, pero si intentar hacer algo cada día –aunque sea pequeño– para ir fortaleciendo esta capacidad que todos tenemos, incluso sin saberlo. “Comenzar por alguna meta vinculada a algunos de los puntos mencionados. Por ejemplo, en cuanto a los hábitos saludables, podemos hacer ejercicio, comer balanceado sin saltear comidas ni excedernos en las cantidades, dormir bien y mantenernos hidratados. Por otro lado, si estamos trabajando mucho y además también haciéndonos cargo de todos los quehaceres domésticos darnos un espacio de entretenimiento y descanso para recuperar energía; mantener conversaciones con personas de nuestro entorno social que nos enriquezcan o que nosotros podamos aportarles una ayuda y de esa forma también sentirme eficaz. También tratar de no sumar preocupaciones por cosas que no podemos manejar, fomentar el buen humor y los pensamientos optimistas. Quizás no todo junto, pero elegir por dónde empezar y dar un pequeño paso hoy”.
¿SALDO POSITIVO?
En los últimos días venimos escuchando que todo esto que estamos viviendo tiene que dejarnos algo: algún tipo de aprendizaje, un nuevo valor personal, un cambio. No podemos volver a hacer lo mismo tal cual lo veníamos haciendo. Algo debe cambiar porque el mundo cambió. “Depende de nosotros que quede un saldo positivo. La situación es negativa y eso es bueno aceptarlo y no negarlo. Salir de la idea de “aprovechar la cuarentena” como si fueran vacaciones o un retiro espiritual en el que debo convertirme en monje. Tenemos altibajos, nuevos problemas a resolver (de salud, económicos, falta de contacto social cara a cara, personas angustiadas por la soledad), pero aun así nuestro enfoque de todo esto puede hacernos recuperar, potenciar o desarrollar algún aspecto de nuestra capacidad de resiliencia. Depende de nosotros y de nuestro entorno psicosocial sacar algo positivo que nos transforme en mejores personas”, concluye la profesional.