Cómo los temporizadores de cocina pueden ayudarte a ser más eficiente en el trabajo.
CÓMO PONERLO EN PRÁCTICA
El concepto madre es trasladar la precisión milimétrica de los temporizadores de cocina al ámbito laboral. Dividir el trabajo en intervalos regulares y repetitivos. El proceso central de la técnica Pomodoro consiste en 6 pasos:
- Elegir una tarea a realizar. No importa si es algo pequeño o grande. Lo importante es que sea algo que requiera nuestra total y plena atención.
- Poner el temporizador en 25 minutos. Con una promesa clara: pasar los 25 minutos dedicados en la tarea sin interrupciones.
- Trabajar en la tarea hasta que el temporizador suene. Sumergirse completamente en la tarea. Si nos viene a la mente algo extra que debemos hacer, anotarlo en una hoja para luego.
- Cuando el temporizador suene poner un check de listo. En la tarea realizada.
- Tomar un descanso pequeño. No importa si no estamos cansados, tomarnos 5 minutos para respirar, meditar, caminar, tomar un té. ¡El cuerpo y la mente lo agradecerán luego!
- Cada 4 períodos pomodoro tomar un descanso más grande. Es importante tomarse un descanso de 20 a 30 minutos, ya que la mente usará este tiempo para asimilar toda la nueva información y descansar antes de la próxima tarea.
Estos son los puntos centrales de la técnica. ¿Ahora bien cómo aplicarla a un proceso diario de trabajo? Lo primero es descubrir cuanto esfuerzo nos requiere la actividad a realizar. Segundo, cortar las interrupciones: mails, redes sociales, respuestas varias… pueden esperar 25 minutos. Y con el tiempo de uso de la técnica se aprenderá a manejar la interrupción inevitable. En tercer lugar, una vez que se tenga la mano de la técnica se podrá estimar el esfuerzo que requieren las actividades del día para ser cumplidas. Luego, llegará el turno para hacer la pomodoro más eficiente: lo que hacemos durante el intervalo para lograrlo. Quizás utilizar una parte del tiempo para revisar o ver lo que se hizo antes, etc. En quinto lugar, el especialista asegura que es muy importante establecer un horario, ya que esto nos da un límite, que a su vez nos motiva. Y finalmente, definir nuestros propios objetivos.
¿Todavía te quedan dudas de implementar esta técnica? Entre los beneficios sin dudas se destaca la productividad y la eficiencia para mantenerse enfocado en una tarea y cumplirla. Ayuda a manejar las interrupciones, mejora la motivación al entender el contenido de cada tarea y cómo conseguirlo, transforma el tiempo de un enemigo a un aliado en la consecución de nuestros objetivos, ayuda a cumplir con los deadlines sin sentirnos presionados por el tiempo, entre otros.
Fuente: francescocirillo.com Libro: La técnica Pomodoro.