Cómo construir alianzas que ayuden a mantenerse y crecer.
En el caso de la pyme, esta puede convertirse en una excelente salida en momentos difíciles. Hay 4 momentos o etapas que pueden marcar la necesidad de una alianza:
- ACCESO A MERCADOS. Para penetrar en un nuevo mercado es vital asociarse a empresas locales que conocen a fondo el mercado, la idiosincrasia local y los avatares de los negocios en tal o cual país. Esto se suele dar mucho cuando las grandes compañías internacionales quieren desembarcar en un país y se unen a una pyme local.
- OPTIMIZACIÓN DE TECNOLOGÍA. Este momento es cuando se decide buscar un socio tecnológico que pueda ayudar a mejorar o actualizar la tecnología utilizada en los diferentes procesos de la compañía. Este tipo de alianzas, por lo general, involucran traspaso del know-how.
- COMERCIALIZACIÓN DE INNOVACIONES. Estamos en la era de la innovación. Donde prima lo novedoso para sobresalir y destacarse. Muchas veces, una pequeña empresa es la dueña de una innovación y se une a una empresa más grande para la explotación y comercialización de dicha innovación.
- MINIMIZAR RIESGOS. Y sí, varias veces el origen de las alianzas se da por la necesidad de alguna de las partes de aliarse a nuevos socios (compañías) para minimizar los riesgos frente a la necesidad de llevar adelante una inversión en nuevos productos, investigación, etc.
NO TODO ES COLOR DE ROSAS
Como en todo “matrimonio” o sociedad empresaria puede haber uniones que no prosperen o resulten como se esperaba. Son muchos los factores que pueden llevar a esto, pero sin dudas los más comunes son incompatibilidad de intereses, la no compresión de las diferentes culturas corporativas y criterios diferentes en la inversión de capital, expansión y ahorro. Por eso, para tratar de minimizar el fracaso y lograr la supervivencia de la alianza es fundamental –al momento de la unión– ser transparentes sobre la realidad de cada empresa; aclarar los motivos estratégicos que tiene cada lado para la unión y la forma en que conducirán las actividades de la operación conjunta. Y, por último, es vital que durante las negociaciones para concretar la alianza se involucren todos los socios y directivos de ambas empresas.
Los tiempos cambian y las necesidades también. Por eso, hoy las alianzas estratégicas crecen en número y en importancia, y los tiempos donde las empresas se fundaban, operaban y crecían con sus propios recursos quedaron atrás. Hoy la clave es compartir para sacar lo mejor de cada lado. Unión de fuerza y saberes para lograr un beneficio común.
Fuente: Entrepreneur.com