Pros y contras de cada tipo de innovación.
Los consumidores están cada vez más exigentes y aunque parezca que todo está inventado, esto no es así. Aún queda mucho por hacer y necesidades por cubrir. Claro que la innovación no va sola y hay que complementarla con trabajo, investigación, desarrollo, creatividad y mejora continua. Pero ¿cómo innovar? ¿De qué forma?
Si bien hay varias formas de innovación, hoy nos vamos a centrar en las 2 más usuales: incremental o radical-disruptiva. Cada una tiene sus pros y contras, pero ambas pueden ser nuestras aliadas en la tarea de innovar.
INNOVACIÓN INCREMENTAL
Como su nombre lo indica es incrementar algo; darle valor agregado a un producto o servicio ya existente incorporando nuevas mejoras. Es introducir cambios que tienen como fin satisfacer a los consumidores y superar sus expectativas al incrementar funciones o mejorar algún aspecto del producto o servicio en cuestión.
El cambio puede estar puesto en la imagen, incremento en las funcionalidades o prestaciones que brinda, o su eficiencia. Los equipos que innovan de esta manera trabajan con diversas técnicas como mindmapping, brainstorming, palabras al azar, etc.
Por citar algún ejemplo de este tipo de innovación, podemos hablar de la incorporación de la cámara de fotos y video a los teléfonos celulares. Generalmente este tipo de innovación es muy utilizada por las grandes empresas, que buscan sumar nuevas opciones a sus productos o servicios ya establecidos.
En cuanto a la desventaja para las empresas que se centran solo en este tipo de innovación es que corren el riesgo de quedar desfasadas si no logran adaptarse a los cambios rápidos y constantes del mercado.
INNOVACIÓN RADICAL O DISRUPTIVA
Esta se da cuando se incorpora al mercado un nuevo producto o servicio no conocido con anterioridad. Requiere más inversión y más tiempo de investigación y desarrollo, ya que parte de un concepto nuevo. Generalmente es la llevada adelante por los emprendedores, debido a que las empresas o corporaciones suelen ser más cuidadosas.
Es un cambio en las reglas del juego. Un ejemplo de este tipo de cambio podría ser la aparición del teléfono móvil en el mercado.
En las innovaciones radicales o disruptivas la creatividad vuela sin ataduras. Y con los avances que se logran se posibilita la apertura de nuevos mercados y nichos de trabajo.
Entre las desventajas podemos citar que, al tener un alto grado de incertidumbre, es más difícil conseguir apoyo financiero y el proyecto puede tardar en encontrar su sitio en el mercado.
En el mercado actual ambos tipos de innovación son imprescindibles para satisfacer las demandas de consumidores cada vez más exigentes e informados. Cada una tiene su lugar y ambas son fundamentales. Es importante que cada uno vea la que mejor se adecúa a su organización y metodología de trabajo. ¡Lo que no hay dudas, es que la innovación es el único camino posible!
Fuente: EAE Business School