ARGENTINA SEDENTARIA

ARGENTINA SEDENTARIA

Calidad de Vida  -  04/11/2019

Según un estudio de la OMS la Argentina se encuentra en el top 20 de los países más sedentarios. ¿Qué hacer para empezar a cambiar?

Los argentinos somos sedentarios. Si bien de a poco vamos tomando conciencia e intentamos migrar para un estilo de vida más saludable –muestra de ello es la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2019 que refleja un aumento de la actividad física en el país de un 54,9% en 2009 a un 64,9 en 2018–, todavía la actividad física parece quedar en la columna del debe de gran parte de los argentinos. Según un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) la Argentina se encuentra dentro del top 20 de los países más sedentarios. Un escenario preocupante por las implicancias que acarrea a la salud llevar una vida con poca actividad física. Según explica doctora Cecilia Zeballos (M.N. 97.981), Jefa de Rehabilitación Cardiovascular del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), la situación económica es la principal causa de una menor adherencia a la actividad física y es por eso por lo que los países emergentes, en general, tienen un peor manejo de los factores de riesgo cardiovasculares entre los que se encuentra el sedentarismo. Otros factores que se asocian al sedentarismo son: la falta de áreas verdes, poco tiempo libre, tráfico vehicular, aumento de la criminalidad y contaminación, además de cambios tecnológicos como el uso de videojuegos, mayor tiempo frente al televisor o a la computadora.

Hay varias formas de definir sedentarismo. Por ejemplo, la OMS en el año 2002 lo definió como “poca agitación o movimiento”. Para otros, una persona es calificada como sedentaria cuando participa en actividades físicas por períodos menores de 20 minutos diarios con una frecuencia inferior a tres veces por semana. Y en términos de gasto energético, se considera que una persona es sedentaria cuando en sus actividades cotidianas no aumenta más del 10% la energía que gasta en reposo (metabolismo basal). 

 

PONERSE EN ACCIÓN

Pero más allá de la definición técnica lo importante es cambiar nuestro pensamiento y estilo de vida. Es imperioso girar el volante y modificar nuestros hábitos para que la salud no sufra las consecuencias. “Las personas que permanecen sedentarias tienen mayor riesgo de muerte y un riesgo dos veces mayor de padecer enfermedades cardiovasculares comparándolas con personas físicamente activas. La inactividad física promueve el desarrollo de enfermedades como diabetes mellitus, hipertensión arterial, dislipemia, obesidad, enfermedad cardio cerebro vascular, osteoporosis, cáncer de colon y mama”, detalla la profesional. 

¿Y qué podemos hacer para cambiar? Como primera medida Zeballos asegura que los médicos deben tomarse 5 minutos de la consulta para hablar con sus pacientes sobre la importancia de hacer actividad física y programar un ejercicio adecuado. “Las personas deben conocer el impacto negativo en la salud que conlleva la inactividad. Y deben encontrar un ejercicio que les guste realizar, ya que eso ayuda a la adherencia”, explica. 

A su vez, comparte algunos consejos prácticos y fáciles de implementar:

  • Todo ejercicio aporta, lo importante es sumar al menos 30 minutos diarios de actividad física: caminar enérgicamente, subir y bajar escaleras, bailar, andar en bicicleta, nadar, caminar en vez de usar el auto, realizar tareas domésticas y de jardinería, lavar el auto, practicar deportes.
  • Hacer ejercicio mientras se ve televisión: pesas de mano, caminar en la caminadora o usar la bicicleta fija.
  • Empezar de forma gradual
  • Involucrar a toda la familia en este cambio

 

Por último, la especialista aclara que todas las personas que adhieren al ejercicio son más propensas a llevar también una alimentación adecuada, dado a que están más motivadas a llevar una vida saludable. 

Hoy es un buen día para empezar este cambio e ir dejando el sedentarismo atrás.

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