De qué se trata esta práctica de origen budista, que trae muchos beneficios para el bienestar general.
Pero el Mindfulness incluye también 2 componentes que son fundamentales para su efectiva práctica: el momento presente y la aceptación. “El primero lo podemos experimentar a través de los sentidos, incluyendo la mente y los pensamientos. Con respecto a la aceptación, nos propone tener una actitud activa frente a la experiencia, que no tiene que ver con resignarse sino con poder estar con todo lo que la experiencia del presente nos brinda, incluso aquello que no nos gusta. Recordar volver al momento presente, a la experiencia”, profundiza la profesional.
AMPLIO Y BENEFICIOSO
El Mindufulness comenzó su aplicación en el ámbito de la salud, pero hoy en día se emplea en diferentes espacios y ámbitos tales como: educación y empresarial. Dentro de la salud, para personas con dolor crónico, pacientes con cáncer y sus familiares, para personas con dificultades con la alimentación, en psicoterapia. También para embarazadas, niños y adolescentes; y para los cuidadores: padres, maestros de los niños, etc.
“Los beneficios de su práctica son muchísimos y van desde reducir el estrés, bajar la ansiedad, aumentar el sistema inmunológico, y tener menos insomnio; hasta vivir más conectados con lo que nos pasa, eligiendo paso a paso qué hacer y ayudándonos a aceptar lo que la vida nos presente, sin pelearnos con lo que nos toca. En resumen, mayor bienestar en general”, detalla la profesional.
Ante tantos beneficios la pregunta sin dudas es: ¿cómo empezar a aplicarlo? Aquí los especialistas aseguran que se trabaja a través de la experiencia y la práctica en sí misma. Se realizan ejercicios en forma individual, grupal y en díadas, pero el proceso siempre es personal, interno, y a mayor práctica, mayor fruto y descubrimiento personal aparece. Hay diferentes cursos, talleres y programas para comenzar.
EN EL ÁMBITO PROFESIONAL
Por supuesto esta atención plena también tiene su impacto en el entorno profesional. Su práctica sostenida nos ayuda a conectarnos con los otros y con nosotros mismos de una manera más humana. Cuando se trabaja dentro de lo que es liderazgo, en cualquier ámbito, nos ayuda a conectar con las posibilidades internas y los recursos más valiosos de las personas, ayudando para que florezcan con lo mejor de sí mismos. “Se genera una escucha y un habla atenta, se notan los límites personales, se pide ayuda y se valora lo que cada ser humano tiene de precioso en sí mismo”, concluye Porcelli.
El Mindfulness nos permite entender que es posible hacer una sola cosa a la vez, y reconocer hasta donde podemos. Y, además, humaniza las relaciones.